26/10/2013
Kinga, tu historia nos demuestra una vez más que el amor no tiene limites, que las distancias no son nada cuando se quiere a una persona.
¡FELICIDADES! ganaste una sesión de fotos casual que NOUS Revista estará más que contento de realizar, tu historia es para contarla y aquí estaremos para hacerlo realidad.
Aquí dejamos la historia de Kinga:
Mi nombre es Kinga y soy de Polonia.
Tengo 29 años de edad y he vivido en León por casi 16 meses, mientras que mi novio, Miguel, ha vivido en León toda su vida.
Cuando escuché hablar de este concurso me emocioné mucho, ya que es una excelente oportunidad para las personas con grandes historias de amor, de contarlas. Yo no podía quedarme callada sin decir lo que siento, necesito hablarlo y compartir la bella historia que tengo con mi novio. A veces tomamos decisiones que cambian nuestra vida para siempre, así fue como conocí al amor de mi vida y sé que tomé una buena decisión.
Después de terminar la universidad en Polonia, no tenía idea de qué hacer con mi vida. Una noche fui a cenar con mi hermana y su esposo, ella trabaja en una agencia de colocación de empleo y bromeaba con que pronto yo sería su cliente. Le contesté que no, que me iría a E.U.A y comenzaría con el programa de AuPair (trabajar y estudiar); no me tomó en serio, aunque era algo que yo pensaba seriamente. Fue así como 6 meses después me encontraba arriba de un avión volando rumbo a Estado Unidos, lista para comenzar mi primera gran aventura. Estuve trabajando como niñera en las mañanas y estudiando el idioma por las tardes. Conocí a gente increíble, como mi amiga Diana; ella es de León y también estaba de AuPair.
Recuerdo como si fuera ayer el día de Navidad de 2010. Estaba con mis amigas y decidimos hacer una “noche de chicas” e irnos de fiesta. Nos divertimos bailando, tomando y cantando. Diana me dijo que un amigo de México había visto mis fotos en Facebook y que le gustaría conocerme, a lo cual respondí inmediatamente que sí, es más, que quería hablar con él en ese mismo momento. Tal vez fue el efecto del alcohol lo que hizo que me armara de valor para responderle a mi amiga de esa forma. Tomé su celular y le llamé, cuando sólo había visto una foto de Miguel en el celular de Diana, y la verdad no tenía idea de dos cosas: cómo usar un radio y qué decirle a Miguel. Cuando él contestó, lo único que pude decirle fue, "¡eres tan lindo! ".
Al día siguiente le pregunté a Diana sobre lo que había hablado con su amigo y le dije que ojalá que él nunca me escribiera porque yo estaba muy avergonzada. Miguel me mandó un Inbox un par de horas después, el cual decía: “Fue lindo hablar contigo anoche”; después de eso desapareció por dos semanas.
Yo ya me había olvidado de él cuando un día me envió un mensaje, “que tengas un excelente inicio de semana”, su inglés no era muy bueno por esas fechas, pero nosotros nos entendíamos. Empezamos a enviarnos mensajes y a platicar por el chat, incluso algunas veces no dormíamos por estar chateando por 7 u 8 horas seguidas, platicando de cualquier cosa.
Dos meses después, el 17 de febrero de 2011 tuvimos nuestra primera video-cita. Estábamos muy estresados, pero Miguel me sorprendió con un ramo de flores. Todas la noches Miguel tocaba la guitarra para mí y me cantaba canciones para que durmiera. Nos dormíamos con la computadora encendida para vernos cuando despertáramos; teníamos muchas ganas de conocernos.
Una noche Miguel me pregunto si podía ir a E.U.A a visitarme. Planeé mis vacaciones para cuando él estuviera aquí. Unos días después platicábamos sobre las diferencias entre una boda en México y una en Polonia, y él me preguntó que cómo era una boda en Polonia, a lo cual yo le respondí: “Haz tu maleta y vamos a Polonia a la boda de unos amigos”. Miguel me dijo que sólo podía pagar un viaje, 5 días en E.U.A o un mes en Polonia; la decisión fue muy fácil, nos veríamos en Polonia.
Todas las noches platicábamos por el video-chat, me hizo parte de lo que pasaba en su casa y celebramos juntos ocasiones especiales con su familia. Él tiene video-chat en su celular, por lo que pasábamos la mayor parte del día platicando en cualquier lugar; simplemente me enamoré. Les hablé a mis padres y amigos sobre Miguel, y escuché muchos comentarios como “vas a sufrir”, “ustedes no van a estar juntos”, “eso no puede funcionar”, pero yo tenía otros sentimientos, buenos sentimientos hacia un mexicano que vivía en alguna parte de México.
El 9 de marzo de 2011, Miguel me preguntó si quería ser su novia. No fue importante que no nos conociéramos en persona o que nunca hubiéramos idos juntos al cine, o que nunca nos hubiéramos besado; nosotros sabíamos que queríamos ser novios y poder gritar lo que sentíamos.
El 10 de agosto de 2011, después de 9 meses, por fin nos conocimos en el aeropuerto de Berlín. Los dos llegamos ese día, yo de E.U.A. y él de México. Yo llegué unas horas antes y estaba muy emocionada en poder conocer a mi novio, en verlo, tocarlo, olerlo, abrazarlo y besarlo. Yo estaba algo estresada, pero cuando lo vi, lo abracé y nos besamos, los dos sentimos como si nos conociéramos de muchos años.
Pasamos un mes increíble en Polonia. Miguel conoció a mis padres, amigos y mi país; éramos muy felices. Recuerdo mucho el viaje que hicimos a Praga, Miguel me preguntó si me quería ir a vivir con él a México, él hablaba muy en serio, de verdad quería que me fuera con él. Yo empecé a llorar y a explicarle que no podía, le dije que me esperara. Yo no podía ir porque tenía una muy buena oferta de trabajo en Gran Bretaña y le dije que lo visitaría pronto y que después estaríamos juntos para siempre. Cuando Miguel regresó a México yo no me encontraba a mí misma.
Estuve muy triste por aquellas fechas, veía nuestras fotos juntos una y otra vez. Por otra parte, estaba lista para comenzar con nuevo trabajo; tenía maletas hechas y todo preparado. Desafortunadamente o afortunadamente, descubrí que la oferta de trabajo era una estafa, una gran mentira, la compañía ni siquiera existía y perdí mucho dinero que no pude recuperar. Me encontraba en Polonia, sin dinero y sin trabajo.
Mi familia y Miguel me apoyaron mucho sin embargo, yo estaba muy triste y no podía creer lo que me había pasado. Lo único que quería era irme a México y olvidarme de todo pero necesitaba quedarme en Polonia y ahorrar de nuevo el dinero que perdí. Queríamos estar juntos, así que trabajé muy duro para ahorrar y poder pagar mi viaje a México. En esas fechas, mi hermana estaba embarazada y yo muy emocionada de poder conocer a mi primera sobrina. Así que tomé la decisión de mudarme a México después del bautismo de la bebé.
Mi familia y mis amigos me ayudaron a sobrevivir mientras Miguel y yo estuvimos separados. Cuando compré mi boleto de avión yo estaba feliz, sabía que en 3 meses por fin estaría de nuevo con mi amado novio. Les dije a mis papás mi decisión de mudarme a México para siempre, lo único que me dijeron fue: “Queremos que seas muy feliz y nosotros te vemos diario pero te ves muy triste. Si tu felicidad está en México, entonces ve a México y sé la mujer más feliz del mundo. Te amamos mucho”.
El 29 de mayo de 2012 aterricé en León. Mi novio y su familia esperaban por mí en el aeropuerto. Yo estaba muy feliz porque me sentía como en mi hogar, como si los conociera a todos desde antes. No podía creer que después de 9 meses separados, fuéramos a estar juntos de nuevo. Supe de inmediato que todo lo que quiero es a él. Él es mi todo y lo pude encontrar en mi camino, como si el destino lo quisiera. Estaba lista para iniciar una nueva vida a su lado, en un país muy lejos de mi familia y mis amigos, pero con él. La familia de mi novio me ha tratado como una hija. Diario me dicen cuanto me quieren y yo siento ese amor todo el tiempo. Están orgullosos de mí y me apoyan siempre. Ahora gané una hermana y un hermano y nuevos increíbles amigos. ¡Estoy viviendo mi sueño! Antes de venir a México no hablaba nada de español, pero encontré un trabajo como maestra de inglés, solicité y me dieron mi visa de trabajo y he estado trabajando en León desde julio del 2012.
Mi novio es odontólogo y está haciendo su especialidad en ortodoncia. Vivo con Miguel en la casa de sus papás, porque yo se lo pedí, para sentirme más segura y poder convivir con más gente.
Somos muy felices viviendo con ellos y tengo que decir que mi suegro hace el mejor desayuno de todo el mundo. Lo único que queremos es estar juntos para siempre. Estamos muy felices por esta oportunidad que nos dio la vida, nuestra historia de amor es nuestro tesoro y no podemos ser más felices.