12/12/2023
Premier británico busca reactivar trato para enviar a inmigrantes a Ruanda
El primer ministro británico Rishi Sunak sostuvo el jueves que “haré lo que sea necesario” para reactivar un acuerdo bloqueado para enviar solicitantes de asilo a Ruanda, incluso si eso significa ignorar las leyes de derechos humanos del Reino Unido.
Durante una conferencia de prensa programada apresuradamente, Sunak prometió seguir adelante con un plan que ha agitado al gobernante Partido Conservador y amenazado su liderazgo.
Indicó que un nuevo proyecto de ley diseñado para anular un fallo de la Corte Suprema del Reino Unido pondrá fin a “el tiovivo de desafíos legales” que han impedido que el gobierno actúe en cumplimiento de su acuerdo con Ruanda para enviar a los inmigrantes que llegan a Gran Bretaña a través del Canal de la Mancha en un viaje de ida al país del este de África.
“Haremos que los vuelos despeguen”, dijo Sunak.
Grupos de refugiados y expertos legales han criticado duramente el plan como una violación de los compromisos de derechos humanos del Reino Unido. Pero la principal amenaza política de Sunak proviene de miembros de su partido que piensan que no es lo suficientemente duro.
La autoridad del primer ministro fue puesta en duda cuando el ministro de Inmigración, Robert Jenrick, renunció al gobierno el miércoles por la noche, afirmando que el proyecto de ley del gobierno “no va lo suficientemente lejos” y no funcionará.
El plan para Ruanda es crucial para la meta autoimpuesta del gobierno del Reino Unido de frenar a los solicitantes de asilo no autorizados que intentan llegar a Inglaterra desde Francia en pequeñas embarcaciones. Más de 29,000 personas lo han hecho este año y 46,000 en 2022.
Gran Bretaña y Ruanda llegaron a un acuerdo en abril de 2022 según el cual los migrantes que crucen el Canal serán enviados a Ruanda, donde se procesarán sus solicitudes de asilo y, en caso de ser aceptados, se quedarán.
El gobierno del Reino Unido sostiene que las deportaciones disuadirán a otros de realizar la peligrosa travesía marítima y romperán el modelo de negocios de las bandas de tráfico de personas. Los críticos consideran que es poco ético e inviable enviar inmigrantes a un país a 6,400 kilómetros (4,000 millas) de distancia sin ninguna posibilidad de establecerse en el Reino Unido.