30/07/2024
La Niña del Metro:
En una gran ciudad, se contaba la leyenda de "La Niña del Metro". Según la historia, en una estación de metro abandonada, se aparecía una niña pequeña de aspecto desaliñado y descalza. Era conocida por su apariencia aterradora y sus ojos vacíos que emanaban una oscuridad perturbadora.
Se decía que la niña del metro solo aparecía en las noches más oscuras y lluviosas. Cuando los pasajeros esperaban en solitario en el andén, podían escuchar sus pasos silenciosos y su risa macabra resonando en los túneles.
Aquellos que se encontraban con la niña del metro afirmaban que su presencia generaba una sensación de pánico y malestar insoportable. Algunos incluso afirmaban que la niña tenía el poder de controlar las luces y las puertas del tren, manipulándolas a su antojo.
Se decía que aquellos que se atrevían a acercarse demasiado a la niña del metro sufrían un destino terrible. Se rumoreaba que algunos desaparecían misteriosamente después de encontrarse con ella, mientras que otros experimentaban una locura profunda y eran internados en hospitales psiquiátricos.
La leyenda de la niña del metro se extendió rápidamente por toda la ciudad, creando un temor generalizado entre los pasajeros del metro. Muchos evitaban las estaciones abandonadas o evitaban viajar por la noche para no encontrarse con la terrorífica niña.
Aunque no se sabía el origen exacto de la niña del metro, se tejieron diversas teorías sobre su pasado. Algunos decían que era el espíritu de una niña que había fallecido trágicamente en un accidente de metro, mientras que otros creían que era una entidad maligna que se alimentaba del miedo de las personas.
La leyenda de la niña del metro perduró a lo largo de los años, alimentando el miedo y la fascinación en igual medida. Aunque nadie podía confirmar su existencia, muchos juraban haberla visto o haber experimentado su presencia aterradora en las estaciones abandonadas.
La historia de "La Niña del Metro" nos sumerge en el mundo del terror urbano y nos recuerda que el miedo puede acechar en los lugares más inesperados. Nos enseña a ser cautelosos y a confiar en nuestros instintos cuando nos encontramos en situaciones desconocidas.