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27/01/2025
Comunicado a la sociedad civil, a nuestra población de la diversidad sexual y de género, y a los congresistas:
En nombre de quienes hemos luchado incansablemente por un mundo más justo, donde cada identidad y expresión sea valorada con dignidad, levantamos nuestra voz en este momento crucial. No es un capricho ni una exigencia pasajera: nuestra causa ha sido forjada en el sacrificio, el dolor y las vidas arrebatadas por la intolerancia. Hemos trabajado por leyes que no solo nos reconocen, sino que también nos protegen, y que representan un pequeño oasis de esperanza en medio de un mundo que a menudo nos ha rechazado.
Hoy nos enfrentamos a un desafío que no podemos ignorar. Es doloroso y profundamente indignante ver cómo estas herramientas, diseñadas para garantizar justicia, son manipuladas con fines egoístas por quienes buscan evadir responsabilidades, desvirtuando así el espíritu de nuestra lucha. Las leyes creadas para proteger a las personas trans no deben ser usadas como escudo para quienes no pertenecen a nuestra comunidad y que jamás han sentido en su piel el peso de la discriminación ni el vacío de ser negados por la sociedad.
No es un juego. Es nuestra vida. Es la vida de quienes no tuvieron la oportunidad de conocer el amor pleno ni la felicidad que merecían. Es la esperanza de las nuevas generaciones que sueñan con caminar libres, sin miedo, por un mundo que los respete por quienes son.
Por eso, hoy hacemos un llamado urgente:
1. A la sociedad civil: No permitamos que la desinformación y los abusos desacrediten la lucha que tantas personas han sostenido con valentía. Eduquémonos, solidaricémonos y exijamos justicia para quienes realmente la necesitan.
2. A nuestra población de la diversidad sexual y de género: Sigamos unidos y atentos. Nuestra fuerza radica en nuestra capacidad para resistir, para amar y para construir. No permitamos que nadie robe el significado profundo de nuestra causa.
3. A las y los congresistas: Hagan lo necesario para garantizar que estas leyes, que son un bastión de esperanza y equidad, no se conviertan en herramientas de burla ni en atajos para evitar responsabilidades. Si quienes hoy sienten que están siendo minimizados por las leyes de protección a las mujeres necesitan nuevos mecanismos, que los busquen sin ensuciar nuestra lucha ni nuestras conquistas.
No olvidemos que cada derecho ganado ha costado vidas. Son vidas que no podemos regresar, pero cuyo legado no permitiremos que se pierda en el oportunismo o la indiferencia. El respeto a nuestra causa es el respeto a quienes ya no están con nosotros, a quienes lo dieron todo para que hoy podamos exigir lo que merecemos: justicia, amor y esperanza.
Porque nadie merece ser ignorado, pero tampoco nadie tiene derecho a usar nuestra lucha para su beneficio. Hoy más que nunca, les pedimos que no nos abandonen.
Por los que están, por los que se fueron y por los que vendrán.
Con profunda esperanza, de cambiar el destino de que no se burlen de la causa....
Miembros de la comunidad LGBTTTIQ de Durango AC