05/08/2022
¿QUIÉN CREÓ A DIOS?
Nadie. No fue creado. Siempre existió. Solo las cosas que
tienen un principio, como el mundo, necesitan que haya un creador previo. Dios no tuvo principio y, por lo tanto, no
necesitaba ser creado.
Para quienes son un poco mayores es posible agregar algo
más. Tradicionalmente, la mayoría de los ateos que niegan la
existencia de Dios creen que el universo no fue creado; sim~
pIe mente siempre estuvo «allí». Apelan a la primera ley de la
Termodinámica para respaldar su argumento: «La energía no
se crea ni se destruye», insisten. Correspondería realizar
varias observaciones.
Primero, esta manera de expresar la primera ley no es cien~
tífica, más bien es una aseveración filosófica. La ciencia se
basa en observaciones, y no hay ninguna observación empírica que pruebe ese dogmático «nada se creó», implícito en
dicha afirmación. Para ser científica, debería expresarse de la
siguiente forma: «Según las observaciones, la cantidad de
energía presente en el universo permanece constante». Es
decir, nadie ha observado el aumento de nuevas existencias
de energía o la disminución de las actuales. Esta ley, debidamente entendida, no se pronuncia acerca de la eternidad ni
dice nada acerca de que el universo tenga o no principio. Se
entiende de esta que la energía bien podría, como bien no,
haber sido creada. Se limita a afirmar que si la energía fue
creada, lo más que se puede decir es que la cantidad total ha
permanecido constante desde entonces.
Es más, supongamos que la energía, el universo de energía
que llamamos cosmos, no haya sido creado, como muchos
ateos han creído tradicionalmente, entonces no tendría sentido preguntar quién creó el universo. Si la energía es eterna
y nunca fue creada, nadie la pudo haber creado. Siempre
existió. Por lo tanto, si no tiene sentido preguntar: «¿Quién
creó el universo?», ya que siempre existió, tampoco tiene
sentido preguntar: «¿Quién creó a Dios?», por cuanto siempre existió.
Si el universo no es eterno es necesario que obedezca a una
causa. Pero, por otra parte, si no tiene principio, no necesita
una causa que le dé origen. De igual modo, si existe un Dios
que no tiene principio, es absurdo preguntar: «¿Quién creó a
Dios?». Preguntar: «¿Quién creó lo no creado?» o «¿Quién
hizo lo no creado?» es una confusión de categorías. Sería 10
mismo que preguntar: «¿Quién es la esposa del soltero?»