05/08/2024
"Desertar del Tártaro"
Amor bonito de abrirles venideros
dulzura de hombre entre caminos estrechos,
el roce de tu mirada sonroja mi piel marchita,
es otoño y al caer la tarde
busqué mi rostro en tus inspiraciones y me lanzaste un beso,
te correspondía en mi silencio
sobre mi blanco papel te garabateo unos versos.
La vertiente de tus roces,
me forjaban otro cielo,
¡calla no digas nada, que nada escuchen los reos!
Aprendamos a querernos, ocultos en el silencio,
porque las almas lloran cuando alguien deja el Averno,
de no besar el amor y saciados del olvido,
del desprecio y del destierro,
podamos tomar nuestras manos y besarnos en secreto.
¿Que saben de amores los sobradosde cariños llenos de amantes terrenos,
que saben de ternura los que nunca los ha golpeado el tiempo?
si he caminado mil noches por este duro desierto,
buscando tus manantiales para beber de tu tiempo,
he soñado agua fresca
la que derraman tus besos,
esos que nunca diste
porque no tocaste mi cielo,
¡oh amor del alma mía, dime que eres cierto!
que no eres espejismo
que no estoy a solas muriendo.
Hay veces que no recuerdo
si te conocí de antes
o si eres hombre nuevo,
yo siento cuando te veo,
mil cosquillas en el alma como naciendo a lo bueno.
Quiero decir que te quedes;
pero cuando lo pienso,
te imagino obligado a regalarme tu centro,
y eso cariño santo, eso mismo yo no quiero.
Ámame en las auroras que te quedan en el pecho,
elígeme a tu lado si al mío feliz puede serlo,
si un día te ves cansado de mis brazos y mis besos,
llévate mis recuerdos
aquellos que fueron buenos
y no te quedes forzado,
a cumplir me lo que espero,
porque de ti amor mío
solo quiero tu sosiego.
Autoría: Carmen Leticia Rey Zepeda.
Del poemario: "100 veces amor"