25/01/2022
"Desenfundar la espada y proclamar la verdad." Sí, esa es nuestra misión.
Hoy el Cristianismo conmemora la conversión del Apóstol Pablo. Las autoridades judías le habían ordenado a Pablo de Tarso perseguir a los cristianos de Damasco. Mientras se dirigía a ese destino, un resplandor del cielo le hizo caer al suelo dejándolo ciego, mientras él y los que cabalgaban con él oían una voz que decía: «Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?» (Saulo era su nombre hebreo y Pablo su nombre romano). Tras esta fuerte vivencia, Pablo se encuentra en Damasco con Ananías, que le impone las manos en nombre de Jesús, lo que le devuelve la vista. Inmediatamente, Pablo es bautizado.
Este es un día especial para mi, ya que me llamo Pablo por el Apóstol de los gentiles. Por predicar la locura de la Cruz, el Apóstol murió bajo la espada, ya que su visión del mundo sacudía el orden pagano reinante. Pero su muerte fructificó en una civilización Cristiana donde la vida adquirió nuevo sentido.
Hoy estamos enfrentados ante una cultura de la muerte y es más necesario que nunca desenfundar la espada y en especie de rapto profético proclamar la verdad.