JESÚS SANA UN LEPROSO
MARCOS 1:40-45: "Vino a él un leproso y le rogaba de rodillas diciendo: —Si quieres, puedes limpiarme. Jesús, profundamente conmovido, extendió la mano, le tocó y le dijo: —Quiero, sé limpio. Tan pronto terminó de hablar, le desapareció la lepra y quedó limpio. Le despidió en seguida y le dijo con severidad: —Mira, no digas a nadie nada, sino ve, muéstrate al sacerdote y ofrece, por tu purificación, lo que Moisés mandó, para que a ellos les sirva de testimonio. Pero al salir, comenzó a publicar y a divulgar por todas partes el hecho. Así, pues, Jesús no podía ya entrar abiertamente en ninguna ciudad, sino que se quedaba fuera, en los lugares desiertos. Pese a todo, venían a él de todas partes."
JESÚS Y NICODEMO
San Juan 3:1-15:
"Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, un principal entre los judíos. Éste vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él. Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer? Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo. El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu. Respondió Nicodemo y le dijo: ¿Cómo puede hacerse esto? Respondió Jesús y le dijo: ¿Eres tú maestro de Israel, y no sabes esto? De cierto, de cierto te digo, que lo que sabemos hablamos, y lo que hemos visto, testificamos; y no recibís nuestro testimonio. Si os he dicho cosas terrenales, y no creéis, ¿cómo creeréis si os dijere las celestiales? Nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo; el Hijo del Hombre, que está en el cielo. Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna."
Jesús sana la suegra de Pedro.
Mateo 8:14-15: "Vino Jesús a casa de Pedro, y vio a la suegra de éste postrada en cama, con fiebre. Y tocó su mano, y la fiebre la dejó; y ella se levantó, y les servía."
Jesús y la mujer samaritana
Los fariseos le preguntaron a Jesús ¿Con qué autoridad haces estas cosas, y quién te dio autoridad para hacer estas cosas? Jesús, respondiendo, les dijo: Os haré yo también una pregunta; respondedme, y os diré con qué autoridad hago estas cosas. El bautismo de Juan, ¿era del cielo, o de los hombres? Respondedme.
Parábola de la oveja perdida
Jesús maldice la higuera sin fruto
Jesús echa a los mercaderes del templo
Lucas 4:16-30
Por ira de la sinagoga, Jesús lecharon fuera de la ciudad y le llevaron hasta la cumbre del monte sobre el cual la ciudad de ellos estaba edificada, para despeñarle.
La pesca milagrosa
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