07/01/2025
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¿EL VERDADERO CULPABLE O UN CHIVO EXPIATORIO? LA DETENCIÓN DE “EL GÜERO” Y EL AS*****TO QUE SACUDIÓ A CANCÚN.
Opinión
La reciente detención de Víctor Ulises "N", alias “El Güero”, señalado como presunto implicado en el as*****to de una niña de 9 años en la colonia Valle Verde, ha despertado un intenso debate en la opinión pública de Cancún. Aunque las autoridades presentaron la captura como un avance significativo en la lucha contra la delincuencia, la reacción de los ciudadanos, especialmente en redes sociales, revela un profundo escepticismo sobre el sistema de justicia.
El caso es desgarrador. Una menor inocente perdió la vida como daño colateral de un ataque armado cuando un hombre, objetivo de los sicarios, la usó como escudo humano para protegerse. El as*****to, ocurrido en un puesto de comida, simboliza el nivel de descomposición social que ha alcanzado la violencia en Quintana Roo.
En un operativo de la Secretaría de Seguridad Ciudadana en la colonia Tres Reyes, “El Güero” fue detenido con un arsenal de indicios incriminatorios: un arma calibre 9 mm, dosis de ma*****na y cristal, además de pasamontañas. Sin embargo, las pruebas aún no han vinculado directamente al detenido con el homicidio. Este vacío ha sido suficiente para que muchos ciudadanos cuestionen la narrativa oficial.
En redes sociales, los comentarios son unánimes en reflejar desconfianza: “¿Es realmente el culpable o solo un chivo expiatorio para calmar a la opinión pública?”, se preguntan los usuarios. La percepción de una policía que "hace montajes" o detenciones arbitrarias no es nueva en Cancún, un municipio que ha visto crecer la inseguridad sin respuestas contundentes.
La indignación de los ciudadanos tiene un trasfondo que no se puede ignorar. Durante años, las promesas de combatir la corrupción y la impunidad han quedado cortas. Casos similares, donde presuntos culpables son detenidos con rapidez pero las investigaciones carecen de sustento sólido, alimentan la sospecha de que la justicia está más preocupada por la apariencia que por la verdad.
La detención de “El Güero” podría ser un paso importante hacia la resolución de este caso, pero también evidencia la descomposición de un sistema que no ha logrado garantizar justicia a las víctimas ni confianza a los ciudadanos. La falta de transparencia en las investigaciones y los antecedentes de irregularidades en los procesos judiciales han dejado una profunda herida en la relación entre la sociedad y las instituciones de seguridad.
El as*****to de esta niña no puede quedar en el olvido, pero tampoco puede ser resuelto de forma apresurada o cuestionable. Las autoridades deben presentar pruebas contundentes, desarrollar investigaciones impecables y, sobre todo, comunicar con claridad los avances del caso. La justicia no solo debe hacerse, sino que debe percibirse como tal.
En un contexto de violencia creciente, los ciudadanos de Cancún exigen no solo resultados inmediatos, sino una transformación estructural que combata las raíces de la inseguridad. De lo contrario, la percepción de que las autoridades buscan “taparle el ojo al macho” persistirá, y con ello, el círculo de desconfianza seguirá alimentando la crisis.
El as*****to de esta niña es un recordatorio brutal de las consecuencias del crimen organizado en la vida cotidiana. Más allá de “El Güero” y su posible culpabilidad, lo que está en juego es la credibilidad de un sistema que, por ahora, parece más interesado en apagar incendios que en prevenirlos.