13/11/2024
YA ENTENDIMOS, PERO
VOLVIMOS A NO ENTENDER
[][][][][][][][] MI OPINIÓN [][][][][][][][]
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Columna de: Mario Alberto Gálvez
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En el hotel Camino Real de Polanco, Ciudad de México, se dio una reunión entre conservadores, estuvieron presentes por internet algunos, y de forma personal otros, se vio en las pantallas a María Corina Machado y Edmundo González -los que pretendieron imponer sus números falsos en la elección de Venezuela-, a los panistas Lourdes Mendoza, Martín Moreno -el escritor que quiere quemar en leña verde a todos los de MORENA- Juan Pablo Gómez Fierro -el magistrado que entregó la industria eléctrica a Iberdrola y todos sus sentencias son a favor de los oligarcas-, Mariana Gómez del Campo - la sobrina de Felipe Calderón - y anduvieron por allí algunos enviados del Partido Popular Español, el Partido conservador de Colombia, miembros connotados del PAN y representantes de varios nidos de ladrones de Latinoamérica.
La ponente de esa reunión fue la señora Patricia Aguayo -vocera de los trabajadores del poder judicial- y la señora dijo con la voz quebrada por el dolor que al fin había entendido por qué el pueblo no los quiere, por qué la gente no los acompañó en su lucha para defender al poder judicial y a la democracia en México.
Al parecer la mujer supo finalmente que para que la gente acepte una marcha, no basta con que se diga que es democrática porque los ciudadanos deben ver que en esa marcha hay gente democrática.
Que si los trabajadores del poder judicial toman por asalto un edificio como el Senado de la república en donde se está aprobando una reforma que beneficia el pueblo, pues la gente no va a apoyarlos para lastimarse a sí misma.
Pero no, la señora Aguayo no entendió lo que dice que entendió, porque después de decir que recibió un documento de un experto en sociología política en donde se describe que MORENA visita pueblos olvidados por la mano de los oligarcas, que habla con la gente, que les resuelve sus problemas y los incluye en los planes para mejorar al País, en cambio los otros partidos políticos nunca visitaron esos pueblos, por eso ganó MORENA.
Patricia Aguayo dijo que ante el éxito de MORENA durante doce años, ella propone que el PAN, apoyado por los ciudadanos conservadores, haga rifas en las plazas públicas, ponga casetas de asesoría legal, que regale café y galletas, que todos los panistas y los ciudadanos donen ropas y juguetes que tengan en sus casas arrumbados para que los regalen a los más necesitados, para que de esa manera lleguen al corazón del pueblo.
Por supuesto que Patricia Aguayo obtuvo un nutrido aplauso y ella quedó muy feliz porque cree que descubrió el agua caliente.
La pobre señora ignora que dar limosnas es lo que ha hecho el PAN desde su fundación y que cuando ha gobernado nunca resuelve los problemas de la gente.
En la derecha están muy contentos porque Donald Trump será el presidente de EE. UU. y piensan que como hizo con Enrique Peña Nieto, humillará a Claudia Sheinbaum.
En la derecha anhelan que Trump expulse a millones de mexicanos, que bombardee el territorio mexicano de manera quirúrgica, que cierre la frontera, que fortalezca el movimiento de fanáticos de Trump que está naciendo en México y por eso nacen algunas dudas. Para empezar:
¿La señora Aguayo pedirá a la Suprema Corte de la Nación que devuelva los miles de millones de pesos que los bancos y Carlos Slim han cobrado durante décadas indebidamente por el anatocismo que la suprema corte legalizó? ¿Harán que los jueces, magistrados y ministros devuelvan la vida a todas las víctimas de los criminales que liberaron a cambio de soborno? No olvidemos lo que hizo el hijo de El Marro un día después de que un juez lo dejó en libertad.
¿Los trabajadores del poder judicial devolverán el dinero que extorsionan a la gente que acude a los juzgados y a los tribunales en busca de justicia?
¿Patricia Aguayo y los trabajadores que lidera regresarán los 10 mil 500 millones de pesos que recibieron por concepto de sueldos durante tres meses sin haber trabajado?
Porque Patricia Aguayo habló para la derecha mexicana e internacional se debe entender que ¿ella y los trabajadores del poder judicial están de acuerdo en que Estados Unidos invada a México, quieren que bombardeen a México de forma quirúrgica sabiendo que las peores masacres de los gr**gos las cometen en ese tipo de bombardeos?
¿Los trabajadores del poder judicial apoyan lo que sucede en Guanajuato y en Querétaro? ¿Les gusta que Guanajuato sea el estado en donde el salario de los trabajadores sea el más bajo del País? ¿Les agrada que en Guanajuato la drogadicción sea la más alta de México? ¿Se sienten cómodos con que en Guanajuato la desigualdad que hay entre pobres y ricos sea mayor que la que hay en Haití? ¿Les gusta que en Guanajuato la violencia toque solamente a los de abajo? ¿Será acaso que los trabajadores del poder judicial son parte de alguno de los cárteles criminales que dominan en Guanajuato? A saber, la Iglesia que hasta le echa agua bendita a los donativos que los cárteles entregan a los clérigos, el cártel de Santa Rosa de Lima, el Cartel Jalisco Nueva Generación, el cártel de los gobiernos panistas y todos estos coludidos con los oligarcas.
En una investigación reciente se descubrió que el guanajuatense cada día se desencanta más de las religiones formales y se está refugiando en el culto de los criminales llamado "La Santa Muerte", quizás porque quiere encontrar allí lo que su fe anterior ya no le da o porque aspira a algún tipo de corrupción o simplemente para guiñarle el ojo a los delincuentes para que ya no lo lastimen. Estos Guanajuatenses son como los ilusos corderos que cuando los rodean los lobos se ponen a aullar pensando que así no se lo comerán.
Día domingo fue de fiesta doble para la derecha mexicana porque se dio esta reunión en la que habló Patricia Aguayo y porque en el PAN se eligió nuevo presidente nacional, el agraciado fue Jorge Romero, el Führer -el Jefe, así le gusta que le digan-.
A los panistas no les importa que Jorge Romero sea el jefe del Cártel Inmobiliario, no les interesa que se haya hecho millonario de la noche a la mañana, los panistas le dan poca importancia a que Jorge Romero extorsione a los ciudadanos, los panistas votaron por él porque les encanta que Jorge Romero sea corrupto, pues es cierto que roba, pero también es verdad que deja robar.
Otra pregunta para la señora Patricia Aguayo: usted que defiende la corrupción de los jueces, magistrados y ministros, usted que defiende la corrupción de los trabajadores del poder judicial y que defiende su propia corrupción ¿también defenderá la corrupción de los panistas?
¿Pues no dice que ya había entendido lo que había entendido?
Gracias a los amigos que comparten esta columna, a todos les deseo un feliz inicio de semana.
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Nos leemos en una próxima ocación.