19/07/2024
La Honduras que nos toca.
DEL DESAYUNO AL ALMUERZO
SON LOS MISMOS
La concentración de las riquezas del país en estas familias las colocan a gran distancia del resto de la sociedad. Son familias de ricos a gran escala, de oligarcas en el pleno sentido del término. Y en su entorno, un amplio sector de servidores: testaferros, administradores, empleados, políticos y funcionarios, intermediarios, proveedores y toda una gama de profesionales. Nada que valga dinero en Honduras, nada que se comercialice, queda fuera de este círculo de poder.
Estás en la cocina y decides freír un huevo con jamón. El huevo, el aceite, la estufa, el gas o la energía con que la enciendes, la refrigeradora donde guardabas el huevo y el café y el azúcar que acompañarán tu desayuno, están en manos de gente de cinco apellidos: Facussé, Canahuati Larach, Kafie, Ferrari, Kafatti. Mientras desayunas, escuchas las noticias por la radio. Es una radio de un Farrari y Villeda Toledo o de Andonie Fernández. Tal vez prefieras ver un programa de debate en la televisión. Lo verás en canales de Ferrari y Villeda Toledo. Si prefieres leer un periódico, tendrás que comprar uno de Canahuati, Rosenthal o Flores Facussé.
Decides almorzar fuera de casa y llamas por celular a un amigo para invitarlo. Lo haces desde un teléfono propiedad de una compañía de las mismas familias que conociste en tu desayuno. Decides almorzar en un lugar de comida rápida. Cualquiera de los que escojas son franquicias en manos de esos mismos apellidos. Cuando sales de almorzar decides ir al supermercado porque necesitas comprar jabón y papel higiénico y gaseosa y churros para tus hijos. Todos esos productos tienen que ver con los mismos apellidos de tu desayuno y tu almuerzo.
CON LOS MISMOS
DE LA CENA A LA CAMA
Al atardecer recuerdas que tu vehículo necesita combustible y vas a llenar el tanque en cualquier gasolinera bajo el control del grupo Terra de Fredy Nasser, de la misma familia de los Facussé.
Ya en tu casa, después de un día de trabajo, te tomas una pastilla para el dolor de cabeza. La compraste en la cadena de farmacias propiedad de los mismos del banco Ficohsa y de los mismos apellidos de tu desayuno, tu almuerzo y tu cena. Ya aliviado, te sientas ante tu televisor. Lo compraste en DIUNSA, la tienda importadora más grande de Honduras, propiedad de los F***j y Atala, que comparten acciones con los Facussé, los Canahuatti y los Ferrari. Lo compraste con tarjeta de crédito del banco Ficohsa, de la misma familia F***j-Atala. Ves un partido de fútbol. Cualquiera de los partidos que jueguen son de Canahuati, Ferrari, Rosenthal, Atala y Abufele. Y aun si decides ver el partido del Real Madrid y el Barcelona, lo verás en un canal de Ferrari y Villeda Toledo, los únicos que tienen los derechos para transmitir partidos internacionales.
Por fin te vas a la cama a descansar. Tu cama viene de una distribuidora controlada por los F***j y Atala. Tal vez antes de cerrar tus ojos, recordarás que en las noticias anunciaron que el fin de semana habrá concentración de candidatos de los dos partidos políticos mayoritarios. Pues bien, los apellidos con los que amaneciste en tu desayuno son directivos de esos dos partidos políticos.
Toda tu vida está bajo control de un grupo de familias que no pasan de doce apellidos. Son los mismos que a lo largo del año van sacando de sus bolsillos unos centavos que después entregarán donativos a la Teletón, una iniciativa controlada por los Ferrari y los Villeda Toledo.