25/12/2024
El Evangelio de Hoy
San Lucas 2,1-14
En aquella época apareció un decreto del emperador Augusto, ordenando que se realizara un censo en todo el mundo. Este primer censo tuvo lugar cuando Quirino gobernaba la Siria.
Y cada uno iba a inscribirse a su ciudad de origen. José, que pertenecía a la familia de David, salió de Nazaret, ciudad de Galilea, y se dirigió a Belén de Judea, la ciudad de David,
para inscribirse con María, su esposa, que estaba embarazada.
Mientras se encontraban en Belén, le llegó el tiempo de ser madre; y María dio a luz a su Hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el albergue.
En esa región acampaban unos pastores, que vigilaban por turno sus rebaños durante la noche.
De pronto, se les apareció el Angel del Señor y la gloria del Señor los envolvió con su luz. Ellos sintieron un gran temor,
pero el Angel les dijo: "No teman, porque les traigo una buena noticia, una gran alegría para todo el pueblo: Hoy, en la ciudad de David, les ha nacido un Salvador, que es el Mesías, el Señor.
Y esto les servirá de señal: encontrarán a un niño recién nacido envuelto en pañales y acostado en un pesebre". Y junto con el Angel, apareció de pronto una multitud del ejército celestial, que alababa a Dios, diciendo: "¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra, paz a los hombres amados por él!".
Reflexión:
La tradición es poner luces, decorar con luces y disfrutar la iluminación. Y sin duda eso eleva el sentimiento navideño.
En este pasaje nos dan el origen del tema cuando dice: “la Gloria del Señor los envolvió con su luz.”
Esa noche, lo que iluminó todo fue Su Gloria, el mismo Ángel que se les apareció venía ya iluminado por ella. Con toda simpleza nos narran que Su Gloria es Luz y es la que lo envuelve todo.
El Salvador nacido esa noche, tiempo después diría: “Yo soy la luz del mundo” (Juan 8,12)
Pidamos hoy al Espíritu Santo ese regalo: que aquella misma Gloria que envolvió el momento del nacimiento de Jesús, hoy nos envuelva a nosotros y a los que amamos, que hoy envuelva al mundo entero que tanto lo necesita.
Y con alguna de las lucecitas de casa ,pequeña o grande, fija o intermitente, recordemos y agradezcamos al Padre por su luz, por Su Gloria, misma que hoy pedimos que nos envuelva.