18/09/2024
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En los aislados Valles Secos de McMurdo, en la Antártida, se encuentra uno de los fenómenos naturales más intrigantes y misteriosos del mundo: las cataratas de sangre.
Estas llamativas cascadas rojas, descubiertas por el geólogo australiano Thomas Griffith Taylor, desafían las extremas condiciones del lugar, donde las temperaturas pueden descender hasta los 64 grados bajo cero.
El agua que se precipita desde el interior del hielo glaciar hasta el Lago Bonney está saturada de hierro, lo que le da su distintiva coloración roja. Este agua salada, tres veces más salina que el agua del mar, se oxida al exponerse al aire, creando el asombroso efecto visual que da nombre a este fenómeno.
Debido a su ubicación remota y las severas condiciones climáticas, solo es posible acceder a este impresionante espectáculo natural mediante helicóptero o en cruceros especializados.
