22/09/2023
ESPAÑA PEDECE…
Por Manuel Azaña Díaz
“España padece en lo económico anemia secular. Producida por la falta de explotación de sus recursos naturales, por la mala gerencia de los que explotan, por la codicia ininteligible de su régimen fiscal fundado en el aplastamiento del más débil…
… Carecemos de una masa electoral que sepa sus intereses y los defienda. Es decir, que no tenemos Pueblo organizado… Nadie cree posible que su derecho se respete; nadie se cree obligado a cumplir con su deber; las leyes son cosa de juego y el fabricarlas una diversión… el Parlamento que nace de ellas ¿qué puede ser? un escenario de la vanidad y de la nulidad, de la impotencia y de la mojiganga (…); una costra que encubre una llaga; un lugar donde se dicen frases pomposas y que nadie cree, donde se ejercita la función soberana de disponer de vidas y haciendas, a espaldas de un Pueblo ausente y olvidadizo, donde la tarea de aplicar los recursos extraídos del trabajo colectivo se convierte en una francachela (…), en un desatamiento de todas las codicias, donde el sudor nacional sirve para sostener los vicios y las lujosas vanidades de unos pocos privilegiados.
En lo político necesitamos, como una condición indispensable, la revisión de todas las instituciones democráticas en nombre de su principio de origen, limpiándolas, purificándolas de todos los falsos valores que sobre ellas o a sus expensas se han creado… ¿Democracia hemos dicho? Pues Democracia. No caeremos en la ridícula aprensión de tenerla miedo: restaurémosla, o mejor, implantémosla, arrancando de sus esenciales formas todas las excreencias que la desfiguren. Si política es el arte de gobernar a un Pueblo, hagamos todos política, y cuanta más mejor, porque sólo así podremos gobernarnos a nosotros mismos e impedir que nos gobiernen otros…
… ¿O esperamos, acaso, que el codicioso, el explotador, el privilegiado, renuncien voluntariamente a su privilegio, a su explotación o a su codicia? Nunca se vio tal. ¿O esperemos que todos esos hombres endiosados, a quienes la soberbia endurece el corazón, que creen que Dios creó el mundo sólo para que ellos fuesen poderosos y respetados y para que los pobrecitos le besasen humildemente… esperamos que tales hombres sientan ablandarse su corazón por un calor de humanidad?...
Nos impulsa la indignación. ¿Vosotros no la sentís? ¿Vamos a consentir que la inmensa manada de vividores, de los advenedizos manchados de cieno, usurpe la representación de un Pueblo y lo destroce para saciar su codicia?”
Nota:
Extracto de los “Textos poco conocidos” de Manuel Azaña Díaz, escritor y político, publicados en el nº 5, de enero de 1991, de los “Cuadernos” del Centro de Investigación y Estudios Republicanos de España (CIERE).