Existe una ciudad en medio del páramo castellano, aquel que describió Delibes: duro y seco, de gente enjuta y de pocas palabras, acostumbrada a la obediencia y el silencio. El páramo que la circunda es el tradicional paisaje de la meseta con su derrotismo y resignación, pero también últimamente ha crecido otro páramo: el moderno desierto de cemento, corrupción y burbujas especulativas. La ciudad-p
áramo ha crecido tanto que la gente se ha olvidado de que esconde un secreto en su interior. Acosado por los edificios que lo circundan y debajo de sucesivas capas de cemento que han intentado taparlo, hay una sorpresa: un río caudaloso, fértil, ancho y ubérrimo aflora en su subsuelo. El alma de la ciudad no es un cerro triste: la ciudad tiene alma de río y está construida sobre ese enorme río y sus numerosas fuentes y afluentes. Esa ciudad, que hace siglos fue llamada la Venecia de Castilla, esconde un vergel donde crecen no solo chopos, acerolos, parras, e higueras, sino también gentes luchadoras acostumbradas a la disidencia y no a la obediencia; al debate y la creación en vez de al silencio; gente de ideas, música, teatro, danza y poesía; gente que al margen de la cultura oficial ofrece sus generosas y fertilizantes aguas en numerosas actividades culturales y sociales; gente que lucha, disfruta, prospera, vive y siente. Ese río es El Otro Valladolid, poco visible, pero que crece y florece desde hace muchos años y ahora quiere salir a la luz del sol. La agenda elotrovaladolid.es, gracias a la herramienta Démosphère, quiere mostrarte ese Valladolid rebelde, intelectual, alegre y activo que bulle en esta ciudad solo aparentemente conservadora y antipática. ¡Asómate a nuestra ribera, te esperamos para disfrutar juntos del fluir del agua y el frescor de los álamos!