24/06/2024
Fragmentos del 1er capítulo de la novela de
El cine es escape, al escribir se escapa, leyendo quizás también.
Esos han sido mis escapes, las formas como me he perdido: primero viendo, leyendo; luego escribiendo…
Me siento afortunado. El ser escritor ha sido mi bendición. Ha sido mi pasaporte para estar solo, para que no me molesten… para perderme y no tener que intentar ser igual al resto. Un escritor puede ser raro, puede vivir en su cabeza, no tiene -no debe- vivir igual que los demás…
Por primera vez estoy escribiendo un libro para la familia más que acerca de la familia. Un libro pensando en conectar a la familia, más que un libro para poder huir de ella.
Escribo esto para que lo que ha pasado no haya sido en vano.
No ha sido en vano, pase lo que pase, quede como quede.
Dicen que el tiempo lo cura todo; yo creo que es el olvido, olvidarse a propósito, sin querer, o a medias pero olvidar, olvidarse, hasta que no duela.
La idea de este libro es justamente recordar. Es lo que me toca, es mi trabajo , la razón quizás por la que vine a la Tierra, mi misión: soy el escritor de la familia, la oveja negra de la cual están orgullosos y a la que al mismo tiempo le temen, el que les ha dado alegría y pena, el que provoca odios y asco y temor, el que habla poco pero publica mucho, el que sintió que las peores críticas a sus primeros libros venían de adentro, sobre todo cuando nadie los leía o los leían pero no me comentaban nada. Soy el que no olvida, o no quiere olvidar o no puede. El que desea saber más. Sé que ya he ventilado muchas cosas o he ajustado cuentas a través de la ficción. De alguna manera soy un traidor, pero también sé que esos mismos libros, que quizás dolieron, también trajeron “la alegría de la notoriedad”.
A esto me dedico: a contar historias, a vivir a través de otros, de personajes que no existen, a proyectar, a entender, a tratar que otros puedan conectar, subrayar, completar lo escrito… sé que algunas cosas escritas van a dolerles a mis más cercanos. Les pido aquí, por escrito, perdón. Les pido comprensión… Asumo las consecuencias del daño colateral. Espero que no lo haya pero se me ocurre que será más duro que antes… más de frente.
Ahora todo está avisado, sin máscaras; la idea no es vengarse, ventilar cosas porque sí, andar de rebelde. Aquí no hay afán exhibicionista, sólo dudas, curiosidad, historia. No quiero herir a nadie pero sé que algunos se sentirán, con todo derecho, heridos. No es la idea pero sé que va a ocurrir. Llevo años tratando de buscar la manera para que eso no suceda. No la he encontrado. Si no duele, no vale, creo que escribí una vez. Mis putas frases para el bronce. El dolor, lo sé, se disipa, la vergüenza o el mal rato también; las historias no contadas supuran, se infectan, contaminan.
The time has come to tell the tale.
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