15/08/2024
Hilos rotos para una marioneta
Autor Alvaeno Alvaeno
CAPÍTULO 5
Mi apreciado E
Sigo en esta inagotable carta que espero, algún día recibas.
A las horas le van saliendo segundos y minutos. Los días se llenan de alegría. Las despedidas ya no son despedidas, son simplemente momentos para la espera. Unos ojos que brillan con la luz de la tarde. Labios que se encienden en la penumbra de un hasta pronto. Deseos vivos que permanecen en los compases de un hasta luego. Lágrimas azules sin destello de tristeza.
Pronto es el fin de las esperanzas, las metas cumplidas. Un sueño que prevalece en los recuerdos. Te pierdes por calles vacías. Enciendo fuegos para tu frío. Calienta esta sombra de horas inciertas. Tus labios no mueren en el olvido. Caminar junto a ti es la alegría, seguir adelante con tus brazos en los míos. Tenerte en la memoria es un gozo que yo vivo. Vivo, siento, amo todo lo que me rodea si tú caminas a mi lado.
Cruzaré valles y montañas, navegaré en océanos y mares con el pensamiento en tus ojos que no olvido. Te llamo en la noche que enciende para ti fuegos en el camino.
Pienso, habito, vivo, muero. Irrazonable, razón. Coherencia, incoherencia. Abro puertas, cierro interior. Abro ventanas, recojo sin sabores. Triángulos, territorios marcados. Cierro puertas, abro interiores. Cierro ventanas, no recojo nada.
Arte en la Calle, silencio, apertura, cierre. Descontento, satisfacción. Lucha, elementos. Arte en la Calle. Vecinos, ropa tendida. Ventanas, balcones. Incomprensión, comprensión. Materiales, ratas, basura, ruido, coches, agua. Viento en la acera, velas, gente, seres, hombres, mujeres, ancianos, niños. Depresivos, anti. Positivo, negativo. Detractores, seguidores. Bueno, malo. Triángulos, líneas paralelas. Infinito, absurdo. Caminos, cruces. Deseos, pasiones. Sentimientos. Espacios, territorios. Triángulos. Bermudas.
Abrir, cerrar. Amar, abrazar. S**o, placer. Olvido, memoria. Luna, Sol. Cielo. Madrid. Ojos, oídos. Sordos, ciegos. Sensibilidad, in. Piel, rasgo. Ellas, ellos. Bocas, labios. Roce, estallido.
La noche emana alegría, en la calle se manifiesta un aire de renovación, es la esencia que envuelve a ese ser. Son sus ojos que iluminan las sombras como un hilo de luz que navega en el velero de sus sueños. Un pájaro blanco, azul, rojo, verde, amarillo y todos los colores se funden en las paredes de los edificios de esta calle.
Calle Salitre, en el futuro Baltasar Bachero, tiene ese ángel, ese ambiente de pueblo. Madrid aquí parece no existir, pero existe en esa calma que no encuentras al rebasar la frontera entre el barrio de Lavapies y el resto.
Resucitan las farolas y el sonido se cuela por las ventanas. Es una voz que se eleva por encima de los tejados y surca el cielo de Madrid. Y ahora puedo decir que de Baltasar Bachero, aquí en Madrid, al cielo.
Dos voces, una guitarra, ojos de ninfas, pieles de algodón, seda en los labios, encuentro en la calle. Todo es natural, todos pasan cargando sus sueños. Nosotros, detenidos en un punto del tiempo. Intuimos la brisa, el color, el deseo se cruza en la calle y el reloj corta su tic tac a la vez que las voces te llenan de paz.
Las casas, ventanas y puertas, me hablan de ti. El silencio ha encendido la vela, la llama se recrea en tu rostro.
Estoy cansado de esperar. Los ojos abiertos. Todo continúa dando vueltas. Nada se detiene.
Tú en los espejos.
Noches vacías.
Horas de ensueño.
Tu nombre en las ventanas.