24/08/2024
EL MUNDO QUE VIENE. EPISODIO XYZ.
CHUCK D (PUBLIC ENEMY): DE LUCHAR "CONTRA EL PODER" A TRABAJAR "CON EL PODER".
Advertencia: Este post te va a irritar. A nadie le gusta que le tiren abajo sus mitos y leyendas. Pero los hechos y la verdad son más importantes hoy que nunca.
El pasado 24 de junio, el Departamento de Estado presidido por (mucho más que un Mº de Exteriores como lo conocemos aquí, coordina todas las agencias estadounidenses con actuación en el extranjero, incluyendo la CIA y la NSA - Agencia Nacional de Seguridad -), presentó públicamente su nuevo acuerdo de colaboración con YouTube Global Music (la rama del negocio del espectáculo de Google). Podéis ver aquí: https://youtu.be/CsBCiq5y7VM?si=WfYsGTx9WD965r1m
el propio vídeo del Departamento de Estado con el evento, en el que aparecían entre otros distinguidos integrantes del acuerdo el rapero que dijo un día: “I ain’t got nothing to do with fu***ng government. Their language is blood, bombs and bullets.”/"Yo no tengo nada que hacer con el jodido gobierno. Su lenguaje es sangre, bombas y balas".
Junto a el, aparecía su "mentor" (según ha reconocido en muchas ocasiones), (el blanco alto que aparece a la derecha de la foto), el personaje más poderoso de la escena hip-hop norteamericana desde los tiempos del surgimiento de . Con fuertes vínculos sionistas, tuvo una influencia determinante en el despido fulminante de por sus letras y entrevistas "antisemitas", si alguien recuerda un poco la historia de a comienzos de los 90 cuando se estaban ya convirtiendo en una institución americana, y hoy es uno de los personajes en la sombra que decide que ves y escuchas en YouTube.
Hace solo dos días, la candidata demócrata apuntó directamente a Irán (el objeto de deseo de Israel en la actual ocupación de Gaza), en su discurso final ante la Convención Demócrata de Chicago. No mencionó a Rusia ni China. Habló de Irán. Lo que da a entender que de ganar en Noviembre, es muy probable que Netanyahu consiga lo que no consiguió con Biden. La guerra total con Irán por el control absoluto de la región, el aislamiento definitivo de Rusia por el Sur, y el freno a la ruta de la seda china.
¿Y esto qué tiene que ver con Chuck D y el hip-hop?. A lo largo de un extenso artículo del sitio web de noticias (uno de los medios estadounidenses tildados de izquierdistas radicales, en el mejor estilo Trump, por la misma wikipedia), se detalla como el caso de Chuck D sería la última de las reconversiones a la causa del complejo industrial-militar americano que rige el mundo "libre" desde los años 30 del siglo pasado, de gigantes del hip-hop que ya se conoció antes con Ice T reconvertido en agente del orden para la televisión, o Ice Cube, como firme defensor de Donald Trump.
Podéis leer el reportaje entero aquí: https://www.mintpressnews.com/fight-the-power-chuck-d-public-enemy-cia-neutralized-rap/288184/?utm_campaign=feed&utm_medium=referral&utm_source=later-linkinbio&fbclid=IwZXh0bgNhZW0CMTAAAR1PPfJYDC8bZ1RvqEfMMJzZz1jR5GuWTLi6p5Naq9aNhEVpf6o2eMfZccw_aem_gMBB2vNqx49pfXCRgQYaEA
En el mismo se abunda en una tesis muy polémica que no es nueva, pero que con este acuerdo de la Casablanca, vuelve a la actualidad: que la , empezando por el (de Satchmo a la mismísima Nina Simone), como aparente cruzada por la libertad individual, siguiendo por el rock, el cine y por supuesto la música popular (lo que explica por qué o son donantes y máximas referentes de los demócratas hoy día, o porque actuaba en Berlín justo tras la caída del Muro de Berlín), han sido siempre hojas de ruta diseñadas por la CIA, el Pentágono (desde los tiempos de Elvis Presley) y la Casablanca en sí misma, para intoxicar, combatir y acabar en la Guerra Fría con el comunismo allá donde estuviera (tras el Telón de Acero, en Cuba o en Corea). La exportación del falso modelo de bienestar, libertad individual y tolerancia con lo diferente que publicita la cultura pop, cuando la realidad en su casa era la de un estado ra***ta, que perpetúa las desigualdades y reprime con una fuerza y control atroces cualquier disidencia interna, y por supuesto en el exterior.
Esta lucha de propagandas (capitalista por medio de una supuesta izquierda liberal americana 'made in Hollywood' o reclutada desde posiciones "outsiders") y contrapropaganda "comunista" (de la que que acusan a Mintpress News como conspiranoica) estuvo muy presente en la izquierda española en los 80 y primeros 90 (de hecho mi salida de aquella Radio Klara en 1992 hasta mi regreso en 2010, tuvo mucho que ver con eso; lo puedo explicar con más detalle si alguien le interesa). Y se vuelve a recrudecer ahora en un momento en el que el que el lobby sionista más presente que nunca en el capitalismo 2.0 (Google-YouTube, Meta-Facebook, etc.) necesita forzar la máquina para convencer "al mundo" de que la lucha de Israel es una lucha justa, incluso para atacar a Irán, si no responde (como vienen haciendo los , hasta ahora).
Y ahí sale Chuck D con su consejero sionista con influencia determinante en YouTube, Lyor Cohen, a justificar de forma aún más incomprensible que "There are really no such thing as fu***ng countries and nations. It is technology that has become that. My only thing, and my only ulterior motive is hip hop music, rap, art culture, that’s it! That’s my fu***ng religion and fu***ng nation at this point. I trust no governments. They are all the same." ("En verdad no hay ya tal cosa como jodidos países o naciones. Es tecnología, en lo que se han convertido. Mi motivo superior es la música hip-hop, el rap y la cultura artística, eso es. Esa es mi jodida religión y que le den a la nación en este punto. No confío en los gobiernos. Son todos lo mismo".
Pero se sienta en una mesa en la Casablanca con Blinken y no tiene reparos en ser usado como "embajador" de "este" YouTube por el mundo. Ay que joderse, con la tercera edad de los héroes. Si Muhammad Alí, Malcolm X y tantos otros levantaran la cabeza, les daría algo. Habrá que preguntarle a Spike Lee sobre este asunto, pero mucho me temo que en la hoja de ruta sionista, todas las voces públicas están amordazadas en estos tiempos de guerra. Son malos tiempos para la lírica