Nuesta historia
En 1969 abrimos una pequeña librería en el centro de Sevilla, cuyo establecimiento se inauguró con el nombre de Librería Cenital. Estaban muy cerca los efectos del Mayo francés, y, como es lógico, la gente joven se sentía atraída a estos movimientos liberadores, máxime estando inmersos en un piélago de prohibiciones inútiles o al menos estúpidas. Al poco tiempo de estar funcionando nos trasladamos a otro local un poco más amplio, en la misma calle. La actividad cultural de la ciudad crecía animada por el deseo de liberarse del corsé ideológico que la ahogaba. Ese mismo año habían iniciado sus actividades librerías como Seminarios o Antonio Machado. Luego abrieron otras más, de las que podemos citar algunas como: Beethoven, Culper, Itálica, Fulmen, Averroes..., las cuales tenían necesidad de textos editados en español de autores y temas no publicados en España en aquella época. Ante la dificultad de conseguir estas publicaciones la Librería Cenital se transformó en distribuidora (Padilla Libros –Publicaciones para Andalucía–), creando los caminos necesarios para hacer llegar esas ediciones a los libreros de Andalucía occidental. Por aquel entonces Padilla Libros, como librería, estableció contactos con el mundo universitario visitando departamentos y abriendo cuentas de librería, mediante cuotas mensuales y servicio de novedades e información bibliográfica a través de las primitivas redes de información aeroespacial. Fue Padilla Libros la primera librería de esta ciudad en incorporar ordenadores para servir información a sus clientes.
Con toda la prudencia continuamos la aventura como distribuidores e importadores, hasta que a partir de 1976 nos establecemos en la calle Laraña, cesamos el servicio de distribución centrando nuestro trabajo como librería, y poco más tarde iniciamos la andadura como editores, con la intención de publicar a los amigos y otros autores que se consideraban interesantes. Del trabajo de difusión de la cultura que realizó Padilla Libros desde 1976 hasta la llegada del periodo democrático existe suficiente información bibliográfica y referencias en hemerotecas. En la planta alta del local de calle Laraña se presentaron libros y se dieron conferencias (Agustín García Calvo, Juan Carlos Edmundo de Ory, Gil Albert, por citar algunos), recitales (Antonio Mairena, Compañía de títeres Libélula...), exposiciones de pintura y otras de libros importados de Cuba (Instituto Cubano del Libro, con ediciones interesantísimas) o México (Unam y El Colegio de México, una especial de libros de arte); se patrocinaron diversos actos culturales en la Universidad y también se colaboró con el Museo de Arte y Costumbres Populares. Se celebraban con gran participación de público el Día del Libro, llenándose la calle de lectores y autores, repartiendo cientos de claveles a los asistentes. La librería se convirtió en un centro de información y de referencia necesaria para el mundo cultural. Por aquellos años, aparece en la prensa local el comentario de un periodista que, para citar un acto que se celebró en la Facultad de Bellas Artes, dice: «El acto se celebró en la facultad que está frente a Padilla Libros»).
De las actividades se daba cuenta a través de un periódico de «salida espontánea» con la cabecera de El Heraldo de Padilla. En formato de prensa se editaron varias novelas en papel de periódico. Tras esta primera experiencia, se continuó editando algunos libros de poemas en ediciones económicas, se otorgó un premio de poesía Calle Laraña, con el que se comenzó una colección de poesía en formado A4, bien cuidada; luego continuamos editando textos, según nuestro gusto, de autores amigos y libros ausentes en el mercado de autores nacionales y extranjeros. A partir de entonces se definieron las líneas editoriales, se crearon los primeros consejos de asesores y seguimos editando poco a poco, sin más ambición que la de sentirnos a gusto con nuestro trabajo. En el año 2003 tuvimos que dejar la calle Laraña y mudarnos a la calle Feria, a un local mucho más pequeño; la librería dio prioridad a nuestras ediciones, siendo el mejor escaparate para enseñar toda nuestra producción editorial y, por otro lado, mostrar también nuestros trabajos de encuadernación artesanal, creación de exlibris, láminas, separadores y cuadernos en blanco. Actualmente llevamos editados ochocientos títulos; un amplio abanico de publicaciones que abarcan desde la poesía, narrativa, teatro, cine, pasando por libros de historia, filosofía, ensayos, estudios literarios, facsímiles... Un ecléctico catálogo que no merma su calidad donde tienen cabida autores actuales y clásicos. Nuestro trabajo está reconocido como ediciones muy cuidadas en su construcción tipográfica, maquetación y encuadernación, ya que seguimos las líneas de los impresores clásicos. De hecho también hacemos trabajos externos para otras editoriales, o autores, que requieren una maquetación específica o un trabajo ortotipográfico.