22/03/2021
Conocer nuestras propias debilidades nos acerca al amor de Dios, no solo porque nos obligan a postrarnos, humildes e impotentes, ante él, sino porque nos permiten ser justos y misericordiosos con el que está a nuestro lado.
¿O crees, de verdad, que te salvan tus fuerzas y tus méritos?
Lee el evangelio de hoy, comentado:
https://www.buenanueva.es/tampoco-yo-te-condeno-2/