12/01/2025
Amado Padre Celestial, en este momento de quietud, dejo de aferrarme a las preocupaciones que turban mi descanso nocturno y que pesan sobre mi corazón durante el día. A tus pies deposito cada ansiedad y temor, confiando en que Tú conoces cada detalle de mi vida. Jesús, proclamo que mi confianza está puesta en Tu amor inagotable y en Tu fidelidad, aun antes de que mis palabras asciendan hacia Ti. Te ruego que Tu paz, esa que sobrepasa todo entendimiento, envuelva mi corazón fatigado y lo vista de serenidad. En el nombre de Jesús, amén.