L' Esquella de la Torratxa

L' Esquella de la Torratxa Quant algú comprèn que obeir lleis injustes és contrari a la seva dignitat d'home, cap tirania pot dominar-lo. (Mahatma Gandhi).

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L’ESQUELLA DE LA TORRATXA

L’Esquella de la Torratxa fue un semanario satírico, de ideología republicana y anticlerical, fundado en Barcelona el 5 de mayo de 1872. La revista dejó de editarse el 6 de enero de 1939, día en el que se público su último número, el 3.096.

Se debe destacar, no obstante, que L’Esquella no tuvo una vida ininterrumpida entre 1872 y 1939. Nació para sustituir durante las suspensiones impuestas a La Campana de Gràcia, por esta razón en sus dos primeras etapas sólo se publicaron cuatro números; la tercera y definitiva etapa, se inicia el 19 de enero de 1879 y se añadió un peculiar subtítulo: Periòdich satírich, humorístich, il·lustrat y literari. Donarà al menos uns esquellots cada setmana (Periódico satírico y humorístico, ilustrado y literario. Dará como mínimo una polémica -o revuelo- cada semana). Aunque no tenía una voluntad política tan evidente como La Campana de Gràcia, fue muy crítica con el alcalde Rius i Taulet y la Exposición Universal de 1888. Santiago Rusiñol,con el pseudónimo de Xarau, firmaba unos glosarios tan encarnizados como los de Xènius (Eugenio d’Ors) en La Veu de Catalunya. Durante muchos años, su título fue La Esquella de la Torratxa, hasta que en 1911 se normalizó su título. Tanto L’Esquella como La Campana de Gràcia, eran publicaciones del libreroInocencio López Barnagossi.

L’Esquella es, sin lugar a dudas, una de las publicaciones catalanas más importantes de sátira gráfica y escrita. Por sus páginas pasaron todos los dibujantes que tuvieron algún papel en la historia del humor gráfico catalán anterior a la guerra civil, y algunas plumas distinguidas de la literatura catalana, desde Rusiñol, a Prudencio Bertrana, Francisco Curet,Antonio Rovira Virgili, Gabriel Alomar o Màrius Aguilar.

La Campana de Gràcia apareció en 1870 y a causa de su crítica municipal profunda, en 1872 las autoridades castigaron a la publicación con una suspensión de un mes. El editor, con los mismos colaboradores y cambiando el título, creó una nueva publicación, L’Esquella de la Torratxa, que apareció entre el 5 y el 26 de mayo, sólo cuatro números para suplir la ausencia en el quiosco de La Campana. Dos años después, la situación se repitió y de nuevo apareció entre el 15 de noviembre y el 6 de diciembre de 1874, otra vez sólo cuatro números, y no fue hasta el 19 de enero de 1879, durante una nueva suspensión, que continuó publicándose de forma ininterrumpida y simultánea con La Campana.