29/06/2024
PSICOANÁLISIS APLICABLE A LAS EMPRESAS
De Magdalena Salamanca y Virginia Valdominos
No es costumbre del espíritu poético entretenerse en medir el abismo que se propone franquear, pero cuando dos poetas y psicoanalistas como Magdalena Salamanca y Virginia Valdominos están dispuestas a trabajar para poner en marcha una máquina posible de ser aplicable a las empresas, se impone como obligación, es una exigencia del psicoanálisis. La empresa puede ser amorosa o laboral, puesto que ambas trabajan de psicoanalistas y a lo largo de su historia laboral se han especializado en relaciones de pareja y en relaciones surgidas en el trabajo empresarial.
Si nos detenemos en la palabra aplicable, algo diferente a aplicado, podemos darnos cuenta que cuando el factor humano está presente no hay nada detenido, alcanzado, inmutable, no hay nada que cese de estar en movimiento, puesto que los seres que hablan habitan el lenguaje y ser no es un estado que se alcanza sino un verbo conjugable o no conjugable; aplicable remite a aplica hable, algo que se aplica a través del habla, porque es por la acción del habla que se aplica, el habla en su doble dimensión, como palabra que sirve para apalabrar, para contratar, para pactar, para ponerse de acuerdo en quién es quién, quien ejerce de qué, y como palabra para plegar y desplegar la singularidad de cada caso o cuestión a despejar en la ecuación amorosa o laboral de que se trate.
En este libro se realiza el trabajo de plantear y discriminar las cuestiones fundamentales que están presentes en relación al trabajo en la empresa, comenzando por el tema “Depresión posvacacional”, lo cual permite pensar que es antes el trabajo que las vacaciones, que las vacaciones pertenecen al mundo laboral, ese momento entre el antes y el después, entre la línea que separa para siempre al sujeto inmerso en la economía psíquica y la economía política de la familia y el paso que autoriza al sujeto a comenzar un nuevo trayecto y proyecto, su propia economía psíquica y su propia economía política. Cada intervalo vacacional es una repetición de aquel goce inaugural. En este texto se trabaja y se diferencia entre duelo y melancolía, dos maneras de reaccionar ante la pérdida, que se pueden gestionar con psicoanálisis, en tanto nos permite pensar al sujeto entre otros, donde van a intervenir el psiquismo de cada sujeto y su ideología acerca del concepto de trabajo; las creencias que sostienen a los directivos y a los compañeros acerca de lo grupal, del trabajo en equipo.
Este libro es una novedad en la manera de pensar los temas que trata, y la novedad la pone el pensamiento psicoanalítico, en tanto concibe que todos tienen psiquismo desde el operario al más alto directivo, psiquismo que se puede padecer si se ignora, o bien, puede potenciar la acción del sujeto en la función que ocupe.
Acercarse a un libro es ir en dirección hacia él, es estar dispuesto a encontrar en ese libro los instrumentos para su lectura; quienquiera que afronte un tratado de física, un texto de psicoanálisis, la gramática de una lengua, sabe que existe una preparación específica, un mínimo de nociones indispensables para esa lectura, aunque no se requiere menos bagaje técnico para acercarse a una novela, un poema, un ensayo, siendo además inconmensurablemente más complejas y sutiles, imposible de encontrar en un manual, pero todos ellos hablan al lector que se plantea determinados problemas y busca resolverlos. Este libro precisamente permite plantearse problemas que por el hecho de aprender a plantearlos conlleva soluciones inesperadas. Se caracteriza por su claridad y simplicidad en deferencia al lector, se toman en serio al lector que no vive entre libros y que para abrirlos debe hacer un esfuerzo, nos obliga a salir de nosotros mismos, perder el equilibrio para encontrar otro equilibrio, sin sentirnos ofendidos, sin sentir que hemos tenido que abandonar nuestros hábitos para vestir otros, incluso podemos hablar de lo leído sin sentir anticipadamente el rechazo ajeno.
¿Acaso no es algo cotidiano hablar de la depresión después de las vacaciones, de las malas relaciones entre compañeros de trabajo, de trabajar en contra de uno mismo y nuestros propios intereses, de no avanzar en los proyectos, del tema de la competitividad, del miedo a los cambios, de ansiedad y estrés, incluyendo un tema inesperado: los que fracasan al triunfar?
Son temas cotidianos, exceptuando el último, pero lo diferente es cómo son planteados y dónde se sitúa la solución.
Una vez eliminados los prejuicios, los juicios previos, las causas rutinarias: exceso de trabajo, estrés, presión de los jefes, hacen que aparezca la agresividad y la irascibilidad, lo que es efecto ha sido situado como causa, lo que es un acontecimiento psíquico del propio sujeto ha sido desplazado al exterior. Escriben: “¿No será un conflicto psíquico entre instancias psíquicas lo que hace que el conflicto se despliegue como un conflicto con los jefes o con los compañeros?”
Considerar la existencia del inconsciente, como su trabajo como psicoanalistas les ha probado y demostrado tantas veces, les hace pensar en un tipo nuevo de motivos, motivos inconscientes, motivos de los que el sujeto nada sabe, por cursar de manera inconsciente para ellos, que no para los compañeros, pues es más fácil engañarnos a nosotros mismos que engañar a los demás, sin embargo, los compañeros carecen de recursos para señalar al que padece el conflicto su participación en él. Sabiendo que para una empresa solo existen los conflictos que alteran la productividad, como en una relación de pareja solo son conflictos los que alteran la producción de amor. No es necesario estar de acuerdo en todo con los compañeros ni con la pareja para ser productivos y creativos, incluso podemos decir que incluir la diferencia es incluir la realidad.
Para estas autoras es necesario diferenciar manifiesto y latente, tendencias conscientes y tendencias inconscientes, saber que los problemas con los jefes a veces se manifiestan como problemas entre compañeros, que hacer el trabajo de llegar a tener trabajo es una cosa y hacer un trabajo para permanecer en él es otra muy diferente, que el trabajo es de un orden diferente al orden personal, querer que te traten con las consignas de la educación ciudadana, que tengan en cuenta si eres un hombre o una mujer, es no discriminar la función que desempeña en el trabajo y la vida personal del que trabaja, para ello estas autoras promueven una inteligencia psíquica que se adquiere en psicoanálisis, aprender a distinguir la realidad psíquica y la realidad material, distinguir quién eres en cada momento y a quién te diriges. Saber que en el orden de lo humano nadie puede solo, creer que se puede solo corresponde a una ilusión de ser único, y a la vez un intento de hacer desaparecer a los hermanos o compañeros considerados como intrusos en ese paraíso de la inmensidad de lo único.
En la lectura de este libro tenemos que abandonar ideales positivistas que obstaculizan el trabajo que permite incluir lo contradictorio y lo paradójico de lo humano, por eso están en contra de fomentar la igualdad puesto que es inalcanzable, saben que solo podemos ser semejantes y potencian la diferencia o singularidad en tanto es ineludible, para que no se confunda diferencia con desigualdad, ni igualdad con fraternidad.
No existe el inconsciente colectivo, solo el lenguaje lo es, cómo se habita el lenguaje es diferente y singular en cada uno, por eso que el inconsciente es singular y es cada vez, puesto que el sujeto es una posición psíquica en constante movimiento, que tiene todas las edades, que cada nuevo paso determina el paso anterior, por eso en este libro se diferencia entre un boicot a la empresa realizada por el propietario que puede destruir lo construido y un boicot individual realizado por ese propietario en complicidad con sus empleados trabajando contra sí mismo, diferencia marcada según se vaya por la ruta del sentimiento de culpa o por la vía de la agresividad.
Tanto a los directivos como a los empleados se les pide cuestionarse a sí mismos en primera instancia, si algo va mal es porque no se ha hecho el trabajo necesario, pero qué ha impedido que se haga tal trabajo, para qué tipo de satisfacción y qué se satisface en ella, diferenciando que el directivo lo es de un grupo y si el directivo deja de ser el n**o que anuda deja de haber grupo, mientras que si esto ocurre en un integrante será fácilmente reemplazable, solo habrá hecho desaparecer una cantidad de trabajo que no se ha hecho.
En cuanto a la competitividad, del orden de hacerse competente, no es lo mismo que rivalidad o agresividad, recordemos como circuló el significante “ejecutivo agresivo”, todo un capítulo está dedicado a esta cuestión.
En cuanto a la empresa, si crece la empresa crecen sus integrantes, ocupen la función que ocupen sean directivos o subalternos, y cuando la empresa da un paso implica caídos, dejar caer a los caídos y avanzar con los que avanzan es un proceso que conlleva un gasto de energía psíquica que cada uno tendrá que resolver, irse con los caídos o avanzar con los que permanecen.
Lo que ocurre en una empresa se produce entre todos, no se impone, cada empresa genera un grupo que la sostiene, y cada grupo tiene su líder, si el líder es el trabajo habrá un líder que mantiene esa relación con el trabajo que le es inherente, cuando algo va bien dirige la relación del líder con el trabajo, no es necesario que todo vaya bien o a todos los integrantes les vaya bien, porque no existe la totalidad, solo cuando nada va bien la cuestión es que está dirigiendo el líder en su relación con su deseo inconsciente.
El directivo es el líder del grupo, es el coordinador del grupo, tiene que saber arreglárselas con las más diferentes identificaciones y transferencias, con la angustia ante lo nuevo y la culpa por cada paso dado, tolerar la brevedad de los fracasos y de los triunfos. La empresa es en movimiento permanente o no es una empresa viva.
Los humanos para humanizarnos atravesamos el complejo de Edipo donde aprendemos a fracasar, fracasar en la relación con Yocasta y en la relación con Layo, ni matamos a Layo ni nos acostamos con Yocasta, por eso el éxito puede ser vivido como algo peligroso, por eso nos cuesta más tolerar el éxito que el fracaso.
El recorrido por estas 128 páginas marcará en los lectores algún aprendizaje que le servirá en sus relaciones de producción y de creación, en sus relaciones laborales y amorosas.
Diferenciamos entre la escritura base material de una ciencia y la lectura como producción, donde la escritura da cuenta de cómo hemos leído, cómo nos ha sido transmitido lo aprendido. Freud pertenece a la historia de las ciencias, el Grupo Cero, Lacan, Menassa pertenecen a la historia del psicoanálisis, estas autoras entre otros y otras, pertenecen a la historia de la Escuela de Psicoanálisis y Poesía Grupo Cero, escriben para no caer en la rutina del significado, para alcanzar una ideología que vaya más allá de la ideología de la especie y del Estado, una ideología que se desprenda de una ciencia, en este caso de la ciencia psicoanalítica. Escriben porque escribir es ineludible en su formación como psicoanalistas y poetas, donde está incluido estar en psicoanálisis mientras se trabaje como psicoanalista, en psicoanálisis como sujetos del lenguaje, y también estar en supervisión, que se considera el psicoanálisis del psicoanalista.
Cada autora ha publicado tres libros de poesía y ha participado en varias publicaciones donde el psicoanálisis está presente, entre todos ellos este es el quinto que publican de manera conjunta, de manera grupal, en tanto tres hacen grupo, ellas y el lenguaje, ellas y el psicoanálisis.
Esta es una presentación posible, entre otras, puesto que ninguna lectura agota un texto, tampoco anula a los lectores.
Amelia Díez Cuesta