20/12/2017
Bitácora de Bombero Burnout
Informe sobre las enfermedades profesionales que padecen los bomberos por el desempeño de su trabajo a lo largo de los años de servicio.
23/10/2006 > Enfermedades típicas de una profesión de alto riesgo
MADRID. Les vemos tan sanos, tan rápidos, tan eficaces y tan ágiles que no nos termina de entrar en la cabeza que ellos también enferman. Nos referimos a los bomberos. Su profesión, de algo riesgo, lleva aparejada una ristra de dolencias que, en muchas ocasiones, se repiten machaconamente. ¿Se trata de enfermedades profesionales? No están catalogadas como tales pero ellos, los bomberos, las sufren con asiduidad y las tienen bastante definidas, con nombres y apellidos.
Está estadísticamente probado que los bomberos que desarrollan su trabajo en Madrid van a una consulta médica un 67 por ciento más que el resto de la población laboral y que el 88 por ciento de sus problemas está relacionado con el trabajo, frente al 23 por ciento de la población laboral general.
Patologías propias
Este colectivo profesional reclama desde hace tiempo un cuadro de «enfermedades profesionales propio» en el que se incluyan una serie de «patologías propias» que aquejan de forma habitual a los bomberos. Las más importantes son osteomusculares, procesos otorrinolaringológicos, respiratorios y dermatológicos. También se dan patologías cardiacas y cáncer.
En Madrid hay unos tres mil trescientos bomberos. Cerca de 1.600 son de la plantilla del Ayuntamiento de la capital y 1.300 de la Comunidad de Madrid. Cuentan, además, con bomberos profesionales en los ayuntamientos de Móstoles, Fuenlabrada, Leganés y Alcorcón. A todos ellos hay que sumar un retén, también profesional, que opera en el aeropuerto de Barajas y que depende de AENA.
Según los datos que maneja Damián Rodríguez, coordinador de CC.OO. para los bomberos de la Comunidad, el 90 por ciento de las dolencias de este colectivo se producen en el aparato locomotor, incluidas las hernias discales y las lesiones de tobillos y rodillas, entre las más frecuentes. «Hacemos mucho deporte y, además, trabajamos en situaciones muy extremas, de mucho estrés físico. Hay que tener en cuenta que cargamos un mínimo de 25 o 35 kilos entre el casco, las botas, el cubrepantalón y el equipo de respiración autónoma», señala Rodríguez.
Otro 3,5 por ciento de las enfermedades son de tipo cardíaco, respitatorio y cancerígeno. «En la plantilla de la Comunidad -dice -, en el año 2005 hubo 371 accidentes de los que 146 tuvieron baja laboral. En lo que llebamos de año, se han registrado 238 accidentes con 120 bajas laborales».
«Entre los bomberos también se producen muchas situaciones de ansiedad, angustia y estrés porque trabajamos en un ambiente muy hostil. Depresiones se dan muy pocas porque, como trabajamos en equipo, siempre nos estamos controlando y vigilando entre nosotros, pero eso no quita para que exijamos psicólogos integrados en los parques de bomberos», explica el representante de CC.OO.
«Nuestra actividad -dice Rodríguez- se desarrolla en ambientes tóxicos, en altura, con una iluminación inadecuada... Es siempre bastante difícil».
Duplicar las pulsaciones
Otra visión bastante gráfica de lo que «sufren» los bomberos en su trabajo nos la da Mariano López, de UGT-Bomberos del Ayuntamiento de Madrid: «Estás dormido, descansando, y vas a 70 pulsaciones por minuto. De repente suena el timbre y se encienden las luces porque tienes una salida ... En ese momento, pasas, por lo menos, a 130 pulsaciones por minuto. El desgaste es evidente y eso, a la larga, hace que tu organismo se resienta».
¿Qué se ganaría en el caso de que estas enfermedades propias de los bomberos se reconocieran como tales?. Los dos sindicalistas coinciden en que se revalorizarían las pensiones, se ganaría en la cuantía de la jubilación.
También sería importante de cara a una baja médica y en accidentes que causan una invalidez porque las pensiones serían mucho más adecuadas, mejores. Se pagaría más porque ha sido una dolencia «propia» del trabajo que se desarrolla. Y lo más importante, quedarían recogidas, a todos los efectos, en la legislación sobre Riesgos Laborales, que ahora no lo están.
En la Secretaría de Estado para la Seguridad Social ya tienen las reivindicaciones de los bomberos sobre las enfermedades propias de este trabajo. Se trata, podría decirse, de un estudio científico sobre su salud laboral.
En dicho estudio se recoge que el ejercicio profesional de esta actividad comporta la exposición a agentes cancerígenos, de forma periódica y con una alta tasa de concentración en el ambiente respirable. Es por ello que se ha visto una relación profesional con este tipo de patología entre los mismos. Destacan el cáncer de pulmón, los tumores cerebrales, el cáncer de vejiga, de piel, leucemia y linfomas así como cáncer de cavum o nasofaringe.
Hay enfermedades con una prevalencia muy superior a la del conjunto de la población activa ocupada española, incluso asumiendo un subregistro de las cifras oficiales: procesos osteomusculares, otorrinolaringológicos, respiratorios y dermatológicos.
En el citado estudio, los datos son reveladores. Un 32,8 por ciento de los bomberos notan disminución de la audición producida por el ruido y el 28,5 tienen enfermedades o lesiones en los discos de la columna dorsolumbar. Otro 28,3 por ciento se resiente de lesiones del menisco en rodillas, mientras que el 21,3 por ciento tiene enfermedades de las inserciones musculares y peritendinosas por sobre esfuerzo.
Demasiado esfuerzo
Además, un 17 por ciento padece enfermedades en las vainas tendinosas por sobre esfuerzo y otro 15,1 por ciento se resiente de bursitis prerrotuliana o subrotuliana. Los procesos de la piel producidos por sustancias que producen alergia afectan, al menos, al 14,5 por ciento de los bomberos.
En UGT-Madrid han elaborado una especie de catálogo de enfermedades.En primer lugar nos encontramos con las derivadas de la exposición a sustancias químicas peligrosas (monóxido de carbono, hidrocarburos, bencenos, dióxidos, formaldehídos, halones, ácidos, cianuros y disolventes). Un segundo grupo sería el de las dolencias que conllevan la pérdida de audición por el ruido de las sirenas, las maquinarias y las herramientas con las que trabajan.
El tercer grupo es el de las enfermedades a cuenta de factores estresantes en salvamentos y rescates, responsabilidad y autoexigencia profesional, carga emocional, reacciones fisiológicas y psicológicas del estrés, alteraciones mentales así como los diversos turnos de trabajo y las jornadas laborales.
Otro grupo de dolencias vendría dado por la exposición a agentes biológicos que se traducen en casos de hepatitis, sida, tétanos, virus y gripes. Entre las enfermedades cardiovasculares, los bomberos están más expuestos a los ataques cardiacos, la arteroesclerosis y las enfermedades isquémicas. Por último, entramos en el capítulo de los cánceres. Entre este colectivo se dan los de pulmón, colon, vejiga, riñón, recto y cutáneo.
Todas las fuentes consultadas por ABC resaltan que la profesión de bombero en Madrid se desarrolla en situaciones extremas. «Sufre directamente los inconvenientes y ello acarrea un gran desgaste personal que, con el tiempo, se manifiesta en enfermedades que se desarrollan a los años de servicio», indican desde UGT.
Capacidad de recuperación
Todo ello da como resultado que, con los años, se resiente la salud de los trabajadores y por tanto las bajas laborales van en aumento, «a la vez que la mortalidad empieza a ser importante», añaden las mismas fuentes.
Por su parte, la Plataforma Unitaria de Bomberos (PUB), considera que la edad influye «de manera clara» en la capacidad que el bombero tiene de recuperación tras un gran esfuerzo físico en el trabajo: a los 42,8 años notan que su recuperación es más lenta; a los 35,6 años no perciben disminución.Por último, los estudios dejan claro que sienten con mayor frecuencia cefaleas y alteración del sueño. Por si fuera poco, más de la mitad -el 51,3 por ciento- declara haber sufrido un accidente de trabajo en los últimos 2 años.
Enfermedades de los Bomberos. Una revisión de la literatura a demanda de la Federación de Servicios y Administraciones Públicas
http://www.ccooaytomadrid.es/documentos/general/primerapagina/Enfermedades_Bomberos.pdf
HEMEROTECA > 23/10/2006 >
Enfermedades típicas de una profesión de alto riesgo
http://www.abc.es/hemeroteca/historico-23-10-2006/abc/Madrid/enfermedades-tipicas-de-una-profesion-de-alto-riesgo_1423888106234.html #