13/08/2024
EL MERCADO DE ABASTOS DE LAREDO: UN TESTIMONIO VIVO DE LA HISTORIA QUE CLAMA POR SU RECONOCIMIENTO COMO BIEN DE INTRES LOCAL QUE NOS DENIEGA EL GOBIERNO DE CANTABRIA.
Hoy, más que nunca, desde Unidos x Laredo queremos romper el silencio que rodea este edificio, pues su voz, susurrada a través de los ladrillos y la cerámica, nos pide ser escuchada, exige el reconocimiento que la historia y el arte le han legado, pero nos lo deniega la burocracia del Gobierno de Cantabria.
Razón por la que desde Unidos x Laredo hemos registrado una moción para que desde el ayuntamiento de Laredo se otorgue a la plaza de abastos la categoría de Bien de Interés Local.
UN POCO DE HISTORIA.
Corría el año 1899 cuando el prestigioso Joaquín de Rucoba, hombre de visión y talento, dio forma al proyecto que habría de convertirse en la Plaza de Abastos de Laredo.
Su concepción no fue una tarea sencilla; requería amalgamar la historia con la modernidad, uniendo bajo un mismo techo las corrientes del historicismo y las influencias neomudéjares.
Aquí no podemos olvidar el mercado de las Atarazanas en Málaga, con similitudes innegables, al ser del mismo autor.
Así, desde los albores del siglo XX, entre 1900 y 1903, la mano maestra de Eladio Laredo levantó piedra a piedra este edificio singular, un monumento que, a lo largo de los años, se ha mantenido como un faro de la identidad cultural y arquitectónica , no sólo de Laredo, sino de toda la región.
El Mercado de Abastos no es simplemente un lugar donde antaño se comerciaba el pescado, la carne, la fruta y las verduras, los productos de la tierra y del mar. No, es mucho más que eso.
Es un refugio de arte, con su cerámica esmaltada, obra del renombrado Daniel Zuloaga, cuyas manos trazaron figuras que hoy deben ser preservadas como joyas de un patrimonio que es nuestro y no debemos permitir que desvanezca entre los archivos burocráticos y que tanto han puesto de relieve desde la Asociación Amigos del Patrimonio.
Las paredes de este mercado no son meros datos o sencillos muros; son lienzos que muestran la historia y la cultura de un pueblo, con sus arcos y pilastras de ladrillo, con su crestería de hormigón que corona una estructura tan valiosa como vulnerable.
Más allá de la belleza arquitectónica, el Mercado de Abastos de Laredo tiene un alma que se conecta con la historia profunda de esta villa costera.
Situado en lo que fue la antigua dársena del puerto de Laredo,( como ha puesto de relevancia, el ilustre laredano, Dr. Pedro Rasines) el mercado es un vestigio vivo de la intensa actividad comercial y marítima que nos definió desde el siglo XIII. Es, sin duda, un hilo que conecta el pasado medieval, cuando los marineros y mercaderes poblaban estas tierras, con el presente que amenaza con olvidar tan rica herencia.
No es casualidad que, a lo largo de su historia, el mercado haya sido objeto de protección y debate. En 1982, la Dirección General de Bellas Artes reconoció su valor al incoar un expediente para su declaración como Monumento Histórico-Artístico.
Pero, como en tantas otras historias de nuestro patrimonio, los trámites burocráticos, las opiniones divergentes o el simple desdén han mantenido al mercado en una suerte de limbo administrativo, donde se le concede el estatus de "Bien Inventariado", pero se le niega el honor de ser declarado Bien de Interés Local (BIL).
Es un error histórico, un error que debemos corregir. Porque no estamos hablando solo de ladrillos y mortero, sino de un símbolo de la identidad laredana. Las reformas de 1914, que intentaron adaptarlo a nuevas necesidades, no borraron su esencia; al contrario, subrayaron la necesidad de preservar lo que aún queda, de mantener viva la llama de su historia.
Las excavaciones arqueológicas en la zona del mercado revelaron restos del antiguo puerto, reforzando su vínculo con un pasado que se niega a ser sepultado por el olvido. Estos descubrimientos añadieron una nueva capa de importancia a un edificio que, por derecho propio, debe ser protegido y valorado como el tesoro cultural que es.
Laredo, esa villa que ha sobrevivido a las tormentas del tiempo, no debe permitir que su Plaza de Abastos, su alma comercial y social, caiga en el abandono. La declaración de este mercado como Bien de Interés Local no es solo un acto de justicia histórica, sino una necesidad urgente para preservar nuestra memoria colectiva.
Es hora de que las autoridades, los laredanos, los cántabros y todos aquellos que valoran el patrimonio tomen cartas en el asunto. El Mercado de Abastos de Laredo no debe quedar relegado a las sombras de la burocracia.
Desde Unidos x Laredo, esperamos que la voz de la historia, del arte y de la cultura sea escuchada, y que el mercado reciba, al fin, el reconocimiento que merece gracias al impulso de toda la corporación pejino, apoyando la moción de UxL.
Dejemos que su legado perdure, que siga siendo ese faro de identidad y memoria en una Villa y de una tierra que, como siempre, lucha por no olvidar quién es.
Ramón Arenas, Secretario General y portavoz de Unidos x Lared