26/02/2024
Febrero 2008
RICARDO GÓMEZ,
ESCRITOR
“LA LECTURA ES UN MEDIO PARA HACERNOS LIBRES”
Afable, conversador, amigo de sus amigos, Ricardo Gómez (Sepúlveda-Segovia-, 1954) decidió hace unos años colgar la tiza y el borrador que utilizaba a diario como profesor de Matemáticas y se puso a escribir libros. Desde entonces, nos ha dejado verdaderas joyas de la literatura infantil y juvenil, como “Ojo de Nube” (Premio Barco de V***r, SM), o “Siete cuentos crudos”, también en SM, que es todo un bellísimo canto a la dignidad del alma humana. Premiado, entre otros, con el Cervantes Chico de Literatura Infantil y Juvenil, de Alcalá de Henares, o el “Alandar”, de Edelvives, Ricardo Gómez cuenta con una veintena de galardones, algunos de poesía y relatos, que jalonan la trayectoria de un espíritu vital e inquieto, que cada año hace las delicias de los miles de niños con los que mantiene encuentros literarios. En breve, también estará en Azuqueca.
POR CUENTA PROPIA: “Frente a la dictadura de la basura, hay que insistir en lo bueno, defender el derecho a leer literatura”. Usted abre su página web (www.ricardogomez.com), con esta cita de la escritora brasileña Ana María Machado. Y yo me pregunto: ¿La lectura nos hará más libres?
RICARDO GÓMEZ: Sí, la lectura es uno de los medios para hacernos libres, porque permite una profundización en las preguntas que todos nos hacemos en la vida: qué hacemos aquí, cuáles son nuestras relaciones, cuál es el propósito vital…
P*P: Cada vez se editan más libros. La persona que lee, lee mucho, pero una amplia mayoría ni lee ni tiene intención de hacerlo. ¿Qué podríamos hacer para atraer a nuevos lectores, sobre todo chavales?
RICARDO GÓMEZ: Yo vengo defendiendo que la lectura esté unida a la escritura también. Es decir, que el lector no se convierta en un consumidor pasivo, sea de literatura profunda o más superficial, sino que además tenga la posibilidad de escribir y de participar. En ese sentido, sugiero que los libros no se consideren como entes cerrados, como productos cerrados, sino que el autor tenga la posibilidad de modificar personajes, escenarios, finales, principios, etc.
P*P: ¿Al igual que hace en su obra “Zigurat” (Ediciones SM), en la que el lector decide en cada momento por dónde discurrirá la acción?
RICARDO GÓMEZ: “Zigurat” tiene un propósito distinto, que es que el lector por un lado construya su historia y, por otro lado, el ver cómo determinadas decisiones que se toman en la vida hacen que la vida transcurra por unos caminos totalmente distintos. Yo creo que los lectores de “Zigurat” tienen la oportunidad de ver cómo en la vida las decisiones que tomamos no son superficiales, sino muy profundas y que tienen una gran trascendencia.
P*P: Cada año celebra numerosos encuentros literarios con los chavales en colegios de toda España. ¿Los chavales muestran interés por saber, por conocer cosas nuevas…?
RICARDO GÓMEZ: Yo encuentro a chicos muy ávidos por conocer y en algunos casos por leer. Y es verdad que tiene que haber de todo, y esto ocurre también entre los adultos, donde estamos los que leemos y los que tienen además el derecho a no leer. Pero en general, los chicos y los adolescentes son bastantes ávidos a la hora de conocer. Lo que ocurre es que la lectura, en el fondo y a pesar de determinadas campañas de promoción, no interesa tanto como interesan otras cosas…
P*P: Será porque requiere hacer un esfuerzo, ¿no?
RICARDO GÓMEZ: Sí, y porque nuestra sociedad no es una sociedad de esfuerzos. Nuestra sociedad plantea a las personas el conseguir determinados logros de una forma rápida. De ahí la cultura del pelotazo que tiene lugar desde hace años. Y esto es algo que indefectiblemente se contagia a los chicos y a los adolescentes. Leer es un esfuerzo. Pero además, es que desde el punto de vista de funcionamiento de la sociedad no son los libros los que hacen rodar la sociedad, es el consumo de determinados productos. Es el caso de la electrónica y de ciertos productos de ocio. Eso es lo que mueve la sociedad. Yo creo que hay que tener en cuenta que los adolescentes y los jóvenes son en este momento la segunda generación de jóvenes consumidores. Los adolescentes básicamente no han sido consumidores en la segunda mitad del S. XX. Y en este momento interesa que sean los adolescentes los consumidores, y eso no pasa por los libros, pasa por otros productos distintos.
P*P: Ese problema del consumismo no lo tienen los protagonistas de su última obra “Siete cuentos crudos” (SM), que narra con gran realismo y dureza las vivencias de personajes situados en algunos de los más conflictivos rincones del mundo…
RICARDO GÓMEZ: Siete cuentos crudos no es un libro dirigido específicamente a niños. Es un libro para niños, para adolescentes y para adultos, con el que además quiero agradecer el magnífico trabajo del ilustrador Juan Ramón Alonso y de la editorial por sacar un libro tan cuidado. Yo lo que quise es hacer una especie de fotografía del mundo. Es decir, es verdad que ocurren muchas cosas en el mundo, en muchos lugares. Nosotros tenemos la suerte de vivir en paz, pero en otros sitios no, en otros sitios se tienen que enfrentar a situaciones duras, y la idea era hacer una foto del mundo.
P*P: De la dureza de “Siete cuentos crudos” a la fantasía futurista de “3333” (SM). RICARDO GÓMEZ: La fantasía es una de las cosas que más atrae a los seres humanos. No solo la fantasía del futuro, sino también la del presente. De ahí los cuentos clásicos, como “Caperucita” o “Los tres cerditos”, eso es fantasía también.
P*P: En “Como la piel del caimán” (SM), narra una historia real de matones de colegio. ¿Se acabará esta lacra o es que le damos mucha importancia los periódicos?
RICARDO GÓMEZ: La violencia en las aulas es un reflejo de la violencia en general. Cuando incluso determinados gobiernos y algunos países determinan que la violencia es una solución para los problemas de ese país, no es raro que haya seres humanos que piensen que la violencia también es una solución para los problemas personales. Y, efectivamente, yo creo que hay una amplificación en este momento en los medios de comunicación de esa violencia, que se ha dado siempre, por desgracia.
P*P: Sin embargo, en “Ojo de nube” nos muestra lo más positivo de los valores de superación y amistad del ser humano...
RICARDO GÓMEZ: Sí. El hecho de que Ojo de nube sea un niño ciego lleva a que su madre se convierta en sus ojos y, al mismo tiempo, el resto de la comunidad se convierta en una entidad que lo apoya.
P*P: He leído en su página web que es contrario tanto al canon bibliotecario como al canon digital. Debe de ser de los pocos autores de España que está en contra.
RICARDO GÓMEZ: Creo que no soy de los pocos. Todo el mundo quiere cobrar y el hecho de que algunos autores estemos opuestos al canon no quiere decir que estemos de acuerdo con una reproducción indiscriminada tanto de libros como de música. Creemos más bien que el canon actual, tal como está planteado, no es razonable y no es justo. Habría que buscar unas alternativas distintas para conseguir una verdadera difusión de la cultura.
P*P: ¿Cómo? ¿Bajando los precios de los productos culturales?
RICARDO GÓMEZ: La verdad es que es una pregunta compleja, pero pasaría por una mayor facilidad para obtener productos culturales. Respecto a bajar el precio, yo creo que hay que tomar conciencia de que el producto cultural no es tan caro como parece. Es decir, cuando se habla del precio de un libro y se está pidiendo que un chico se gaste 6 ó 7 euros en comprar un libro, se está pidiendo una determinada cantidad que socialmente parece que es caro. Pero, si uno va a determinados centros y ve cómo los chicos se gastan el dinero en mochilas, en cerveza, en ocio, etc., resulta que el precio de los libros es un previo razonable.
Entrevista y fotografías de Roberto Mangas