![Ruralidades, periferias y territorios frontera. Del territorio codificado a los jardines disidentes como utopías activas...](https://img3.medioq.com/914/071/1096593269140714.jpg)
21/08/2024
Ruralidades, periferias y territorios frontera. Del territorio codificado a los jardines disidentes como utopías activas. Del enjambre al eremitorio. El huerto de Voltaire con prefacio de Italo Calvino.
Del 2013 al 2024.
Por circunstancias y recientes encuentros, me he acordado de un documento breve que preparé en el 2018 para una de esas sempiternas mesas que tanto gustan organizar de vez en cuando y a la que me habían invitado... En ese periodo también hubo en Gijón las Jornadas de Resiliencia organizadas por la Fundación Municipal de Cultura, yo elaboré la memoria y coordiné un par de talleres; había organizado la carpa Cultura y Territorio del festival Arcu Atlánticu del 2017. Por el medio tiempo andaba con el proyecto Habitantes Paisajistas, 5 años de talleres, paseos, charlas etc, después llegó Agropolitana con la Caixa y LABoral, otro año de talleres, encuentros, prácticas comunitarias en torno al paisaje desde las prácticas artísticas. Y también se formaba la bella comunidad y red Elcubo verde. Espacios y proyectos de arte en el campo.
Por eso llego a este momento un poco cansada y muy concreta: No quiero perder demasiadas energías en iniciativas que no sé si son exactamente lo que necesito y me resultan afines, de las que desconozco persistencias, capacidades reales de seguir en el tiempo, visiones y trabajo real.
Siento que la cultura tiene que estar siempre justificándose, lo veo también cuando me toca ser jurado de convocatorias de importantes fundaciones/obras sociales de grupos bancarios etc. Primero tocaba ampararse en el desarrollo económico del territorio como “industria” cultural, ahora se desliza con lo comunitario y social, todo ello interrelacionado. En fín, son instrumentalizaciones a las que imagino la cultura se adapta para sobrevivir. De hecho, por eso hay cada vez más “gestores” culturales, como en otros sectores de la vida profesional y económica hay más intermediarios, "gentes" y asesores…nombres para una población gris. La cultura, el arte como algo que se gestiona, y tragamos. Nos adaptamos, entramos en su vocabulario para seguir sobreviviendo, mientras nuestros cerebros se plasman a fuerza de usar el nuevo lenguaje. Tengamos cuidado porque a fuerza de amoldarnos y tomar formas que no son las nuestras acabaremos no siendo nada. Crear, pensar, los y las artistas, los y las artesanas, música, escritura, pintura, filosofía, educación, escénicas, paisajismo y agriculturas (los paisajes son siempre culturales). Dónde quedarán dentro de esta papilla? Tengo la impresión de que es una trampa bien coordinada, como sucede con los paneles solares, eólicos, baterías, cochecitos eléctricos y las grandes corporaciones del falso Green y falsa transición ecológica. El objetivo final aniquilarnos como Personas. Terminar con el /las artes. Que sólo queden prácticas sociales más o menos creativas. La cultura es nuestro soporte y forma de habitar el mundo, la cultura es lo que nos hace personas en el sentido del que habla María Zambrano, la persona se hace, es un germinar y un crecimiento. No debería de justificarse en nada más.
Cerrado este paréntesis, me gusta colaborar y creo firmemente en los “ecosistemas” culturales, en la reciprocidad y en las comunidades de afines, creo en poder de transformación (personal) del arte, y en la coexistencia de todas esas pequeñas transformaciones individuales que divienen el espíritu de cada momento histórico. Creo en los jardines de Voltaire. Por eso he ido evolucionando y pasando del terriotrio al jardín, evito proclamas y discursos, mesas y retóricas, prefiero los relatos peregrinos, la práctica cotidiana y tangible, las utopías activas, enraizadas, trabajadas.
PACA es una realidad y a ella nos hemos dedicado estos años. Una realidad periurbana... Es interesante como estas zonas periurbanas, que deberían ser una oportunidad para el desarrollo de unas agriculturas de proximidad, para un paisaje agrícola y rural a modo del leissure francés o de las “campagne urbane” italianas, el utile e diletto de los centros urbanos, su Km0, aquí se olvidan y quedan en el cajón desastre, siendo el terreno perfecto para la ocupación industrial (extractivismo y degrado: infraestructuras, industrias, polígonos, vertederos, ahora enterrar baterías…etc) u oportunidad inmobiliaria de pésimo gusto (porque las caserías antiguas se dejan caer, mientras se construyen horrendos chalets, por ejemplo).
En Italia, dentro del organigrama del Ministerio de Cultura (Ministero dei beni e delle attivitá culturali e del turismo) se contempla el paisaje con la misma importancia que las Bellas Artes, formando parte del patrimonio cultural nacional, junto a los valores etno-antropológicos y arquitectónicos.
La Convención Europea del Paisaje (firmada en Florencia, Italia en el año 2000 y ratificada por los estados miembros) recoge el término PAISAJE CULTURAL (*en sí mismo una redundancia porque todo paisaje es cultural , pero quizás es necesario insistir y por eso el término)
“cualquier parte del territorio tal como la percibe la población, cuyo carácter sea el resultado de la acción y la interacción de factores naturales y/o humanos” y señala la importancia del paisaje en el campo cultural, ecológico, medioambiental y social, constituyendo un recurso favorable para la actividad económica y que su protección, gestión y ordenación pueden contribuir a un desarrollo sostenible basado en una relación equilibrada y armoniosa entre las necesidades sociales, la economía y el medio ambiente. Son paisajes rurales, urbanos y peri-urbanos, de belleza excepcional o simplemente cotidianos, en evolución y en la memoria de sus gentes.
Por este motivo, hemos puesto en marcha una serie de proyectos dentro del marco de PACA_Proyectos Artísticos Casa Antonino, que giran en torno a este tipo de investigaciones y sensibilidades. Por este mismo motivo, las ideas que lanzo aquí tienen que ver con este marco de trabajo. Y porque PACA se encuentra como tantos otros espacios, pueblos, barrios, agentes, artistas… en una cierta “periferia” porque aunque el término es relativo, seguimos a cuestas con centros y periferias…
Y ahora, visto como se están perfilando los centros, casi prefiero mantenerme así, en la periferia que no "encaja", en las ramas, cultivándome, con movimientos pendulares de entrada y salida del mundo, contactos constantes, pero con la justa distancia, como el barón rampante que se subió a las ramas y desde allí amó el mundo.
Larga vida a la vida! Viva el barbecho!
Virginia Lopez
cuadro de Dora Carrington y maqueta de la publicación que estoy preprando y que verá la luz diefinitiva en otoño, relacionado con mi último proyecto: " Jardín Comunitario"
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