01/11/2024
No he podido terminar de ver por el asco que me estaba dando. La misma historia de siempre. El poder político, el económico y el mediático en este país son como compadres de copas en un bar oscuro 🍻. Se protegen entre ellos y se ríen de nosotros.
Mazón no activó la alarma para la población hasta que no acabó la jornada de trabajo y muchas personas quedaron atrapadas, sin embargo la Diputación y la Universidad de Valencia cerraron por la alerta de AEMET. Vaya, ni una palabra de esto o de que preservó los beneficios privados a costa de vidas de seres humanos. Debe pagarlo caro.
Sin embargo, PsoE y PP quieren soldados obedientes en vez de periodistas y tertulianos. Como Celia Villalobos, vaya. Y lo que no quieren voces críticas como Javier Aroca, al que casi no dejan hablar. Periodismo independiente, dicen. Eso en RTVE suena tan extraño como pedir honestidad a un banquero.
Y si no ¿por qué no estaba hoy Pablo Iglesias? Pues porque cuando alguien se atreve a tener una opinión propia, zas... ya es “antisistema”, “radical” o “inconveniente” 🥀. La libertad de prensa aquí sigue siendo un mal chiste arrastrado de épocas pasadas. Mira Gemma, aceptando bulos en su programa y ni se molesta en disimular, como el corte en la intervención de Mazón o lo de la pá Cuenca.
🎪 En vez de un programa es un circo de muchas pistas donde la verdad se castiga a latigazos y la mentira se premia con aplausos. No hay periodismo; hay propaganda. El que quiera decir la verdad tiene que morderse la lengua o largarse, porque ahí la verdad estorba y el dinero manda 💰.
💥 Vamos a ver… ¿como se atreve la exministra Villalobos a decir que todos los partidos nuevos hicieron lo mismo que PP y PsoE? ¿Que lxs que vinieron a cambiar las cosas desde dentro han terminando haciendo la vieja política de lxs de siempre? Ese argumento me puede, porque en parte tienen razón: el poder es voraz, y claro, hay mucho farsante que se viste de oveja para colarse en el corral 🐺. Supongo que se refiere a los comportamientos de Errejón, de Yolanda Díaz, de Alberto Garzón, y de toda esa pandillas de trepas de los nuevos partidos como es Mónica García, Baldovi, etc. Pero soltar eso así, sin matices, sin venir a cuento, es una forma baeata y rastrera de decirnos que tiremos la toalla, de decirnos que “todos son iguales” y así echar por tierra cualquier intento de cambio. Y eso, amigas y amigos, es querer hacernos cómplices del Régimen corrupto del 78 que no quiere que nada cambie. Y no lo soporto.
¿O es que acaso nadie se acuerda ya de Podemos cuando irrumpió? Ese partido vino con la verdad por delante, con la ilusión de gente que estaba hasta el cuello de un sistema podrido. Decían lo que nadie se atrevía a decir, y claro, se ganaron enemigos muy poderosos. Desde el principio, la maquinaria del y sus perros guardianes en los medios se dedicaron a hacerles la vida imposible. Y como no podían frenarlos desde fuera, se metieron dentro. Infiltraron a sus propios soldados y compraron las voluntades de todxs lxs que pudieron. ¿O te crees que lo de Errejón fue casualidad? Ese tipo se vendió al propio aparato y se encargó de dividir, de desviar, de sabotear. Y como Errejón hubo más, Bescansa, Manuela Carmena, Yolanda Díaz.... Y es que la traición es la herramienta favorita de quienes buscan conservar el poder y mantener el status quo.
Pues bien, a pesar de todas las traiciones, ahí siguen lxs que no se han vendido, lxs que no se han rendido, lxs que se han quedado a luchar con todas las consecuencias. La gente de Podemos que no abandonó el barco, que no se dejó llevar por las corrientes del poder ni por la seducción de las tertulias. Ellxs, lxs que se quedaron, lxs que siguen luchando por una democracia que no sea una fachada, por una política que se oriente a la gente común y no a los peces gordos. Lo digo porque lxs conozco. Porque son muy buena gente, muy preparada, con ganas de acabar con la corrupción sistémica y de que prevalezcan los derechos humanos antes que el interés económico. Y si alguien merece una oportunidad, son ellxs 🎯.
Así que, dejaros de generalizaciones baratas. No todxs los que vinieron a cambiar el sistema se vendieron, no todxs son iguales. Algunxs siguen ahí, firmes, aunque todo esté en su contra. Y si alguien se merece una segunda oportunidad en este país, es para lxs que, en lugar de rendirse, siguen batallando desde donde pueden, aunque el sistema esté diseñado para aplastarlos.