20/02/2023
RECORDANDO A ANASTASIO CAMPOY ALÍAS
El pasado día 16 de febrero ha mu**to Anastasio Campoy Alías a la edad de 95 años, habiendo los veinte y nueve últimos pilotado el Museo de arte contemporáneo Antonio Manuel Campoy de Cuevas del Almanzora.
En estos momentos me vienen a la memoria imágenes del pasado y del presente inmediato. El 10 de enero de 1993 murió su hermano, Antonio Manuel, un prestigioso escritor y crítico de arte, poseedor de una valiosísima colección de arte contemporáneo del siglo XX principalmente. Era un momento en el que el Ayuntamiento de Cuevas, del que yo era alcalde, estaba procediendo a la rehabilitación del castillo y de su edificio
más singular, el palacio del marqués o casa del alcaide. Enseguida
vislumbré un uso adecuado para el edificio en cuestión: albergar un
museo con las obras de arte de Antonio Manuel. Para ello necesitaba contactar con la familia y hacerla partícipe del deseo municipal.
Y es entonces cuando conocí a Anastasio, de cuya trayectoria profesional me documenté ampliamente: locutor de radio, narrador televisivo, recitador de poesías, y actor de teatro y de cine. En su dilatada carrera de cincuenta y seis años, Anastasio formó parte de las principales compañías artísticas del momento y fue compañero de reparto de las más importantes estrellas del momento. Una vez que le plantee la propuesta del museo la acogió con entusiasmo, y me facilitó el encuentro con su
cuñada, Rosita Sáez Prol, la depositaria del legado de Antonio Manuel.
La viuda de Antonio Manuel recibió con entusiasmo la propuesta del Ayuntamiento de convertir el palacio de los marqueses del castillo en el Museo Antonio Manuel Campoy, lo que eternizaba de alguna manera su memoria. Y donó generosamente sus colecciones artísticas al Ayuntamiento para tal fin, de manera totalmente gratuita, cosa que los cuevanos, cuevanas y amantes del arte deberemos de agradecer siempre.
El museo se inauguraría el 3 de noviembre de 1994, y desde el principio Anastasio fue el alma de él, su guardián, en el sentido más noble de la palabra, el albacea de la memoria de su hermano.
Para gestionar el museo se constituyó un organismo autónomo local, la Fundación Antonio Manuel Campoy, integrada por la corporación municipal y una representación familiar, a la que Rosita me sumó desde el primer momento, una verdadera honra. Anastasio era su Presidente Honorífico.
Ese pertenecer a la parte familiar de la Fundación me ha hecho
mantener, a lo largo de todo este tiempo, una relación de proximidad con Anastasio, con largas conversaciones, en el museo y en su piso, al que iba a visitarlo, sobre todo en estos últimos años. Tenía una memoria prodigiosa, y siempre manteniendo la compostura de un viejo hidalgo, con ese timbre de voz que lo hizo popular un tiempo.
En nuestros encuentros, yo ya como director del museo, no cesaba de recomendarme determinados procederes sobre la gestión de la
pinacoteca, aunque discrepábamos de ciertas valoraciones. No obstante yo valoraba extraordinariamente sus opiniones y su conocimiento profundo de las obras expuestas y de sus autores.
Nuestra última larga conversación fue en el museo, menos de una
semana antes de su fallecimiento, el 10 de febrero, después del Plenario de la Fundación. Ahora me suenan sus palabras como una despedida, con el valor de testamento de su pensamiento sobre el devenir del museo.
Anastasio, te agradezco tus recomendaciones, tu dedicación al museo y la amistad que me has profesado, justamente correspondida.
Antonio Llaguno Rojas
Director del Museo Antonio Manuel Campoy