13/05/2024
El otro día iba por la calle y se me acercaron dos chicas que me pidieron si podían hacerme unas preguntas para una encuesta. Sus ropas dejaban a las claras la orientación política de las dos, y más pijas no podían ser. Saltaba a la vista que eran de derechas, y me propuse reirme un rato a su costa. Ya sabéis, esos momentos de maldad que de cuando en cuando tenemos todos.
Empezaron con sus preguntas:
- ¿Trabajarías para SANTIAGO ABASCAL?.
- Con mucho gusto.
- ¿Trabajarías para ALBERTO NÚÑEZ FEIJÓO?.
- Por supuesto, sin dudarlo.
- ¿Trabajarías para TEÓFILA MARTÍNEZ?.
- De mil amores.
Las dos sonreían, felices.
- ¿Trabajarías para JUANMA MORENO BONILLA?.
- Con ansias.
- ¿Trabajarías para ISABEL DÍA AYUSO?.
- Lo estoy deseando.
- ¿Trabajarías para JOSÉ MARÍA AZNAR?.
- Hasta deslomarme.
- ¿Trabajarías para MARIANO RAJOY?.
- Desde que lo ví por vez primera.
- ¿Trabajarías para la monarquía?.
- Con toda mi alma. Y con todos los aspirantes en línea sucesoria al trono.
A estas alturas las dos ya estaban serias, porque no sabían si creerme o no. Una de ellas me quiso picar:
- ¿Estás respondiendo en serio?.
- Os aseguro que sí, son mis aspiraciones desde hace años.
La chica torció el gesto, y lanzó su última pregunta, que demostró su poca inteligencia dado que debería haber sido la primera:
- ¿En qué trabajas?.
- Soy enterrador.