21/01/2025
"El escritor checo era hijo de un comercial judío y de una madre cristiana. En su juventud fue jugador de hockey sobre hielo, pero finalmente se decantaría por el periodismo deportivo hasta que, en 1964, cuando estaba cubriendo los Juegos Olímpicos de invierno, su enfermedad mental tomó el mando y lo invitó a intentar incendiar una granja cercana a Innsbruck. Esto hizo que se jubilara un par de años después y que pasara bastante tiempo internado en psiquiátricos para paliar el dolor provocado por el encadenamiento de más de una depresión.
Sin embargo, lejos de lo que pueda parecer, esta fue su época más prolífica. Con la tinta y el papel que le daban en las instituciones escribió, entre otras cosas, este , un compendio de relatos dedicados a la figura de su padre, Leo Popper, un hombre soñador e inteligentísimo que burló todo lo que hubiera que burlar con tal de darle lo mejor a su familia, aunque para ello tuviera que jugarse la vida incluso el día antes a ser llevado a un campo de concentración.
Porque sí, tanto el padre de Pavel como sus dos hermanos mayores fueron llevados a campos de concentración y devueltos con vida, mientas que él, todavía un niño se quedó con su madre en Bustehrad, una pequeña localidad de la región de la Bohemia Central.
Pero el libro no trata de eso, no ahonda en ese tipo de penurias, sino todo lo contrario. Llama poderosamente la atención que alguien aquejado de una depresión sea capaz de escribir un libro de lo más positivo, de rememorar distintos momentos de la infancia que ensalcen la figura de este peculiar padre y arrojen luz también a una madre que sabe cómo llevarlo. Cómo llevar a un ser tan vivo, tan disfrutón, tan buscavidas, tanto antes de la II Guerra Mundial como después. Alguien que supo gastarlo todo en las vacas gordas y sacarle el jugo necesario a las flacas, sin cejar nunca en el empeño.
Un bonito homenaje que, además de terapéutico para él, nos ha dejado una muy interesante experiencia lectora a nosotros y nosotras, ávidos de historias que nos muestren distintas realidades, realidades habitadas por seres excepciones que merecen ser contados."