14/03/2024
The Limboos nos explican lo que ronda muchas veces en nuestras cabezas mucho mejor de lo que algunos somos capaces de hacerlo.
El Underground, la música independiente o como queráis llamarlo; siempre ha sido una liga que se alimenta más del entusiasmo y el ardor del fuero interno de muchos por hacer cosas y promover que se hagan cosas, que del retorno económico inmediato.
Sentimos que en todo esto siempre hubo una especie de equilibrio no pactado ni firmado entre sus diferentes partes: artistas, medios, salas, promotores, público... que se está resquebrajando. Pero como muchas veces nos hemos preguntado: ¿Cual es la alternativa a intentar hacer cosas? ¿No intentar hacer nada?
Ánimo e apertas, Limboos. Aunque sea pedregoso estáis en el buen camino! ✊
Nosotros en nuestra cripta seguiremos a lo nuestro, como siempre.
⚡REFLEXIONES DESDE EL LIMBO⚡
Qué es mejor, ¿cancelar un concierto para no perder dinero o seguir adelante como si no pasara nada? ¿Seguir en la burbuja de las fotos bonitas y el falso éxito que lo inunda todo o poner alguna excusa bonita para afrontar que los números no dan?
Vamos a coger el camino del medio (de momento).
Este finde vamos a Valladolid y Ponferrada y en los próximos meses por muchos sitios de la geografía. En el cartel quedan de lujo todas las fechas, pero cada una de ellas es un reto para una banda como la nuestra. Tocar en salas, por lo general, implica asumir todo el riesgo económico: alquiler de sala, hotel, dietas, altas, sueldos y demás gastos. Si va bien, bueno para todos; si no...
Esta mañana nos hemos planteado cancelar este fin de semana, pero hemos decidido seguir adelante. No por romanticismo ni masoquismo, si no por darnos una oportunidad. Venimos de llenar en Madrid, pero sabemos que eso no significa que vayas a llenar cada día. Eso sí, los riesgos son similares.
Esto no es una súplica ni un lamento, pero nos ha parecido adecuado poner de relieve cuál es la realidad que vivimos la inmensa mayoría de bandas y artistas de este país.
Este finde vamos a jugar, pero a la larga esta dinámica lleva a que las salas cierren y las bandas mueran (o como poco, que toquen infinitamente en menos sitios). Los cientos de festivales pueden tener su lado bueno, pero si quieres seguir viendo música en tu ciudad, apoya a sus salas y goza con muchos artistas por los que en unos años puede que pagues mucho más por verles en grandes escenarios.