15/01/2025
"Una mujer inteligente?"
En un giro dramático que deja a todos atónitos, Fernanda Robles, la asambleísta de ADN, alzó la voz con un tono sombrío y cargado de arrepentimiento: "Le pido perdón al pueblo ecuatoriano por haber impulsado para que estemos con este nuevo gobierno".
Un suspiro colectivo recorrió la sala. La mujer que una vez fue una figura prometedora, con una brillante carrera política, ahora se encontraba frente a un mar de miradas incrédulas. Con su anuncio inesperado de retirarse de la política, se cerraba un capítulo cargado de contradicciones, decisiones cuestionadas y una amarga sensación de fracaso.
El peso de sus palabras, que resonaban en cada rincón del país, parecía haber descifrado el alma de una mujer atrapada entre la ambición y la realidad de la decepción. ¿Acaso era esto lo que sucedió con tantas figuras políticas que, al principio, parecían ser la esperanza de una nación, solo para terminar enfrentando su propia caída?
El pueblo ecuatoriano, que un día depositó su confianza en ella, ahora observa, con ojos críticos y desencantados, la figura de una líder que ya no tiene respuestas, solo disculpas.
"Una mujer inteligente?" se preguntan muchos, mientras Fernanda Robles deja atrás el tumultuoso escenario político para retirarse, tal vez con la esperanza de encontrar paz en la retirada. Pero el eco de sus palabras, de su promesa rota, quedará grabado en la memoria colectiva, como una advertencia de que en política, las decisiones pueden ser tan fugaces como la confianza que se les otorga.