19/06/2023
MIGUEL IGNACIO CHIRIAP INISHA UN PATRIARCA de parroquia Yunganza, cantón Limon Indaza, provincia Morona Santiago.
Hombre Shuar fundador del centro shuar Yunganza, un experimentado hombre lleno de sabiduría experiencia, una narración realizada el 30 de mayo de 1984a los 94 años de edad.
Nació en Yunganza 1890, hijo de José María Kukush y de María Inisha. Mi padre vino de Gualaquiza evitando por las continuas guerras que ponía en peligro su vida, por lo que nuca más regresó.
Se casó de acuerdo a sus costumbres con 6 mujeres. Hermanos: Manuel Antuash, Antonio Wampash, Juan Shiki, Homero Kajekai, Antonio Mashutak, Antonio y Rosendo Wajarai; mis hermanas Yapakach, Josefina Puar, Rosa María, Yampanas y María Chinkiamai. Desde muy niño aprendió de su padre las técnicas para la cacería, de la construcción de casas, y lo necesario para la vida.
Me inicie a la búsqueda de las visiones para asegurar el futuro de mi vida, dice. Por eso durmió en las cascadas, en la playa y realizaba los baños rituales todo para encontrar a “Arutam” fuerza espiritual). Cuando era pequeño mi papá me hacía ayunar y me llevaba a la cascada.
Cumpliendo con el mandato de mi padre tuve visiones de tener una vida estable, vi a un ser misterioso (Arutan) que se convertía en tigre (yawa) y que me predecía mi futuro de un hombre bueno. También al tomar el sumo de maikina (floripondio), tuve visiones, habilidades en cazar animales, una descendencia numerosa y de vida abundante.
Guerrero y Padre de Familia. Me case con 6 mujeres, en todas las ocasiones hice el pedido y me case según las normas tradicionales para que me entreguen mediante acuerdos. Sin raptar o exigiendo, mis mujeres se comprendieron y armonizaron la vida hogareña, evitando que la vida sea aburrida en la tierra de mi abuelo Saánt. tuve presente también los consejos de los misioneros que nos visitaban.
Fui celoso y controlaba a mis mujeres explicándoles claramente mi manera de ser. Les explicaba sin buscar valor en ninguna bebida, sino en sano juicio, nuca maltrate a mis mujeres. Me opuse a los que quieren la venganza alzando la voz principalmente a los brujos. En ocasiones me dijeron que “Chiriap”, siempre habla de esa forma, mis actuaciones respondían al hecho de haber tenido visiones. Desde siempre nosotros hemos triunfado y sobresalido y soy considerado el único en Yunkuankas, que siempre habla y tiene voz para hacerse respetar y hacer respetar.
Cuando estaba casado llegaron los militares en “Limón”, mucho más antes los misioneros. Nunca tuve miedo a los colonos, más bien fuimos organizando el “Centro” con ellos. Con los militares estuve presto cuando me pedían colaboración, cuando abrieron el camino de herradura a la Unión.
Con los Misioneros.- Puesto que nunca conocí a Dios, tome en cuenta sus mandatos por medio del sacerdote que inculcaban la buena nueva a la palabra, con los colonos compartí por un mejor progreso. He obedecido la palabra de Dios, aunque nunca comulgue, cuando el padre me decía que Dios me ayudaría.
Tomando en cuenta los consejos de mi “padre” y de los misioneros, de no criticar a nadie y que no hable de no que no me conviene, que no robe, que no actué y hable inconscientemente de borracho, que no me disguste con mis hermanos ni con los colonos y evite las peleas. He podido enfrentar a la vida y llegar hasta hoy.
Conocí a estos sacerdotes: P. José María Volpi, murió el 31 de julio de 1934 en Indanza, P. Francisco Mattana, Albino del Curto, Mario, Bonicatti y potros. En Indanza visitaba al P. Volpi, quien hacía buenas obras en bien de la comunidad. Sus contrarios le dieron “inchi” o camote venenoso y así dieron muerte, fueron los shuar del lugar.
El P. Volpi, murió comiendo camote venenoso, una vez ingerido ya no hay curación. Cuando falleció se realizaron algunas investigaciones para dar con los posibles culpables, pero luego dijeron que su muerte se dio por enfermedad
Organización del Centro. Con la venida de los colonos y el incremento de la población fue necesario crear una escuela para nuestros hijos, contando con el apoyo de todos los mayores dimos una breve información a la Federación en la persona del P. Juan Shutta. Quien me cito algunos aspectos para una mejor organización, se contó con el apoyo del Dr. Jose María Velasco, para la creación de un Centro Educativo de los niños. Después de tanta preocupación por la educación, estoy esperando ver los frutos en la niñez.
Pese a no haber estudiado, di educación a mis hijos de los cuales 5 hijas se graduaron en el taller, 3 son profesores, dos son carpinteros. Con mi esfuerzo el Centro cuenta con; escuelas, Colegio Ciclo Básico Radiofónico, una iglesia para realizar el culto religioso, préstamos de la Federación para la crianza de ganado.
(…) No hay ningún desastre, no hay crimen cometido por mí, ni mentiras ni engaño. Lo que si soy un hombre de principios. Son inútiles aquellos que hablan mentiras sin tener visiones si haber visto Arutam poderoso. Mientras yo he tomado maikiua (floripondio). Tuve visiones de vestidos, de criar niños. Por eso ahora no dejo de vestirme el “terno” aunque sea mayor, yo como algunos mayores que se dejan bromear y se meten en chistes y bufonadas; siempre respetado y así he de morir, por eso dijo a mis hijos, “cuando yo muera que me entierren con mi propio dinero”. ¿Acaso los colonos cuando muere un mayor el papá no reúne dinero y arregla la sepultura?...
(…) Las visiones que he tenido eran predicciones de lo que sucede actualmente por ejemplo: la carretera, los vehículos, vuelos d aviones; la creación del centro, la educación de los niños. Tuve precisiones claras de lo que iba a suceder en mi vida, las mimas que se han cumplido todas.
Investigación: Alfonso Tiwiram Antuash.
Libro titulado: la guerra del 41 y los shuar. Pags. 8-22
