12/12/2024
🗣️ 🚨🙏 🚍SOBREVIVIENTE : 👂 "SE ESCUCHÓ DECIR: NOS QUEDAMOS SIN FRENOS , PREPARÉMONOS PARA LO PEOR "
“Virgencita del Cisne, ayúdame, dije, y de pronto una cortina se presentó a mi lado”, expresa entre sollozos Teresa Esperanza Loayza Freire, de 57 años de edad, sobreviviente del fatal accidente de tránsito, ocurrido el último viernes, 6 de diciembre de 2024, en la vía Loja-Catamayo, que deja al momento un saldo de 18 f4llecid0s y 17 heridos.
Llegó a la estación a las 16:30 y esperó la unidad de la empresa TAC que la movilizaría hacia su destino final. Lo primero que notó allí es que el bus llegó 10 minutos antes de la hora de partida: las 17:00, cuando todo automotor lo hace media hora antes. Luego, vio al conductor y le generó una cierta desconfianza.
El carro partió lleno de pasajeros. Un señor iba de pie. Tenía previsto ir solo hasta Catamayo. Todo iba bien hasta que un poco más allá de la urna de la Virgen del Cisne, se escuchó un estruendo enloquecedor debajo del bus y seguidamente empezó a cobrar más velocidad y en ese vértigo se escuchó una voz agitada desde la cabina: “Nos quedamos sin frenos y preparémonos para lo peor”.
Teresa Esperanza, casada con Alcívar Saca Montoya, también emprendedor lojano, en su asiento número 12, pensó que el carro se detendría porque el chofer maniobraba la palanca de cambios, tratando de frenar a la máquina, pero, ya no respondía, es decir, la pesada unidad se deslizaba sin control alguno, alimentada por la empinada vía.
Luego, la gente empezó a gritar desesperadamente hasta que el carro, a eso de las 17:40, se viró a un costado de la carretera, en medio de los interminables lamentos, ruido de latas y explosiones masivas de vidrios. Teresa perdió la noción de tiempo y espacio. Hasta que volvió en sí. Estaba de pie en medio del bus y, entonces, pudo ver la enorme tragedia: mu***os, heridos, gritos de dolor, llantos de niños y adultos.
La sobreviviente fue ayudada por otros pasajeros y, aunque con lesiones, salió caminando de la unidad y en la calle el conductor de una camioneta doble cabina, junto a siete heridos más, incluidos niños, la condujo hacia el centro de salud de Trapichillo, en Catamayo, donde fue atendida por los galenos, a quienes agradece sobremanera.
Tres minutos de terror
Cuenta que, a partir del estruendo debajo de la unidad, pasaron alrededor de tres minutos, que se convirtieron en una pesadilla de siglos, donde el terror y la desesperación los atrapó hasta que, finalmente, tras pasar una cuneta, se viró al costado izquierdo de la vía. No quiere ni pensar la sobreviviente si el bus se volcaba a la parte derecha porque todos habrían ido al precipicio.
“Sigo viva, Dios me dio una segunda oportunidad para seguir de pie, para salir adelante, gracias a la Virgen del Cisne”, expresa la sobreviviente, quien reitera su agradecimiento a la gente que la llama y que diariamente la visita en su domicilio, en los altos de Almacén Alcívar, en pleno centro de la ciudad de Loja.
Redacción :
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