12/11/2024
Marilyn Mitte, madre del niño Jesús Ariel, de 8 años, quien murió calcinado en el incendio de un bus de pasajeros, no puede retirar el cadáver que se encuentra en el centro forense de Esmeraldas.
El inconveniente es que le exigen la prueba de ADN para verificar si ella es la madre del niño fallecido. “No puedo sepultar a mi hijo desde el jueves 7, en que sucedió el trágico accidente de tránsito entre el bus de la operadora cantonal Quinindé y un camión”, relató la mujer.
Incluso llevó la caja mortuoria para trasladar el cadáver del menor y sepultarlo en el cementerio de La Unión de Quinindé.
El siniestro vial sucedió en el sector conocido como Las Piñas, del kilómetro 54, en la carretera E-20, La Concordia-Quinindé, en el que pereció también Manuel Montero, en circunstancias similares, quien residía en la parroquia La Unión de Quinindé.
Mitte dijo que ella había salido ese día jueves de la escuela con sus dos niños y esperaba un transporte en el recinto La Independencia, para trasladarse a su domicilio en la parroquia La Unión.
Recordó que se sentó con sus dos hijos en los asientos de la fila izquierda al final del bus de pasajeros.
Según la mujer, la unidad de transporte se movilizaba a exceso de velocidad y el conductor con el teléfono móvil en la mano. Al llegar al sector Las Piñas, el bus se detuvo, al parecer para dejar un pasajero, cuando fue impactado con fuerza por el camión por la parte posterior. EL UNIVERSO