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Club Dj 95 es un proyecto de radio que nace de la iniciativa de cuatro amigos apasionados por la producción y difusión de contenido para medios de comunicación en frecuencia modulada. Carlos Julio Mendoza Valdéz, también conocido como Dj Carlangas, es quien decide incentivar al grupo para poner en marcha este plan comunicacional. Darío Javier Saud Marrasquín ( Dj Darto), Jhon García Valdiviezo (Dj Cachorro) y Bolívar Velasco aceptan el reto y pronto empiezan a lanzar ideas. Corría el mes de noviembre de 2018 y entonces ya todos estaban de acuerdo en ser parte del espacio. Ahora el debate transcurría en la búsqueda del medio de comunicación que aceptara la propuesta.
Se discutieron varios nombres hasta que finalmente se decidió por radio Caribe Fm que desde la provincia de Esmeraldas emite su señal en la frecuencia 95.1 y 95.3 para el resto del Ecuador. Daniel Figueroa, su gerente y Eduardo Cárdenas, el director, aceptaron que este equipo de trabajo tomara el control del fin de semana. Desde el 1 de diciembre del 2018 Club Dj 95 está al aire “en la cabina número 1 del planeta”, como lo afirma el productor del programa, Carlos Mendoza. En todo este tiempo el público se ha ido adaptando al estilo del staff. La esencia de este show of the weekend es proyectar música variada, pero con énfasis en los éxitos de los 80s, 90s, 2000...
Carlos Julio Mendoza Valdéz, Darío Javier Saud Marrasquín, Jhon García Valdiviezo y Bolívar Velasco son la cabeza de la producción de Club Dj 95. Llevan años como buenos amigos y antes de volver a la radio compartían momentos muy íntimos con su círculo más cercano. Tienen un grupo de Wathsapp que en todo este tiempo ha tenido varios nombres. Actualmente se lo denomina HP Music Corp, en memoria a otrora coalición de talentos de radio y djs que con el tiempo decidieron tomar caminos distintos. En todo caso el grupo permanece unido y activo. Fue ahí donde precisamente se cocinó la idea de Club Dj 95 y de hecho es la herramienta que permite planificar la agenda en la víspera del programa.
Carlos Julio Mendoza Valdéz se recorría de un extremo a otro todo el centro de la ciudad de Esmeraldas en busca de las cintas magnéticas y discos compactos con canciones de moda. Era el año 1999 y la música house, con sus distintas derivaciones, tomaba cada vez más proporciones. El ambiente juvenil estaba marcado por los bailes con excesivos movimientos corporales y hasta acrobáticos. Los melómanos se complacían con las tonadas perfectas que les permitieran desarrollar sus destrezas en el baile. Mendoza Valdéz se fue contagiando de esas escenas, pero de cierto modo como un espectador, que poco a poco iba afinando su oído para lo que años más tarde fuera su incursión como dj. Los discos compactos los llevaba consigo hasta el colegio dentro de su inseparable mochila. Aún los reproductores de CDs eran escasos, pero los jóvenes de entonces se complacían con tan solo mostrar las carátulas con los “underground” del momento. Las primeras ‘pinchadas’ en vivo de quien se denomina Dj Carlangas fueron en una kermés de su colegio. La directiva estudiantil echó mano de los parlantes de la Inspectoría, pero no fueron suficientes para abarcar el espacio de la explanada exterior del complejo educativo. Se tuvo que hacer una gestión sobre la marcha y fue cuando se acudió a un vecino del plantel que de inmediato se ofreció a facilitar toda su discomóvil. En la antigua Denon 4000, Dj Carlangas empezaba a reproducir su repertorio que sacaba de su pesada mochila. Cursando el último año de sus estudios secundarios, el joven talento ingresa a realizar sus prácticas profesionales en radio Palmeras 88.7 Fm. Ese año 2000 tuvo la oportunidad de iniciarse como programador en el horario de los fines de semana. Siempre estuvo acompañado de su inseparable amigo de colegio y de años: Bolívar Velasco, quien estaba al frente de la locución y que también daba sus primeros pininos en la comunicación. Por años, Radio Palmeras fue el medio en el que Dj Carlangas desarrolló sus destrezas como ‘pincha disco’. Además participó en la producción de grandes eventos particulares. Hoy es el productor general de Club Dj 95.
Darío Javier Saud Marrasquín tuvo su primer ‘romance’ con los equipos de discomóvil cuando entraba a su adolescencia. Veía a los parlantes con una mirada hacia el cielo porque lo doblaban en altura. En la bodega de la casa de su abuela paterna sentía que las luces, los láser y las consolas le hacían un guiño. Tenía unos 12 años (año 2002) y su curiosidad por subir y bajar los canales de las mezcladoras lo mantenían hasta por horas metido en ese cuarto repleto de aparatos. Eran de propiedad de su tío, Jorge Saud, quien entonces disponía de una de las discomóviles referentes en las fiestas de la ciudad de Esmeraldas. Dj Darto, como se hizo conocer años después que empezó como ‘pincha discos’, sabía que su tío no permitía que nadie se acercara a los aparatos, ni mucho menos a la computadora que contenía los hits del momento. Pero Darío Javier aprovechaba los tiempos a solas para hacer sus primeras maniobras en las reproductoras de discos compactos, en las que de a poco fue calibrando su estilo y sobre todo la técnica de igualar una música con otra. Algo un poco complicado para un principiante que libraba una batalla a ‘muerte’ para que la mezcla llegue a la misma velocidad que la otra, según recuerda Dj Darto. Pronto llegó el momento en que apareció la primera PC en la discomóvil. Para entonces el joven Dj había desarrollado destrezas para manejar un sistema operativo de windows , por lo que prefería grabar los CD con música actual. Así fue desarrollando sus habilidades, pero en casa de sus padres. Quienes lo veían al frente de los controles destacaron sus cualidades y eso hizo que por el boca-oído se propagara su incursión como Dj. Así empezó a tocar en fiestas de barrio como en La Tolita, La Víctoria, Las Villas de Petroecuador, entre otros. Darío Saud recuerda que en esos años surgieron los software para Djs y por eso cada quien debía ponerse a tono de la vanguardia. Aprendió a tocar en el Atomix, Pcdj blue y Pcdj red. Con este último preparó sus tonadas cuando se le dio la oportunidad de ser el Dj de planta de la discoteca La Roca, en el cantón Rioverde, en el norte de la provincia. Fue una de sus experiencias más reconfortantes por el contacto permanente con mucho público. Esto también le dio la experiencia necesaria para luego dar el salto a la discoteca Jake Mate que funcionaba en la ciudad de Esmeraldas. Ahí estuvo como el dj central durante mucho tiempo. Hoy es aún recordado por sus buenas mezclas en ese centro de diversión nocturno. Dj Darto ahora es parte del equipo de Club Dj 95.
Desde los cinco años soñaba con tener su propia mezcladora y reproductores de discos compactos. No había día ni hora que hablara a sus padres de que quería esos aparatos para ponerse su propia discomóvil. A Jhon García Valdiezo, conocido como Dj Cachorro, no le inmutaban los video juegos ni los carros a control remoto. Quería ser Dj como los que veía tocar en las villas de Petroecuador, en el sur de la capital esmeraldeña, donde vivió por más de 20 años. Esa ciudadela, habitada por trabajadores de la refinería de Esmeraldas, arrastraba fama de ser el epicentro de las fiestas más organizadas y concurridas de los conjuntos de la urbe. Reinados, encuentros tradicionales y actos especiales copaban la atención de los residentes y curiosos llegados de otros lugares. La discomóvil CD Compact era infaltable en esos encuentros. Era el año 1995 y al mismo tiempo a García se le metía el ‘espíritu’ de Dj. Apenas empezaba la fiesta y el chico se acercaba a la cabina del ‘pincha discos’. No se despegaba hasta que todo terminara. Se familiarizó con las potencias de audio, los ecualizadores, las compacteras y la mezcladora. Los aparatos resaltaban en una esquina porque estaban dentro de un cajón vertical parecido a los que se utilizan en los estrados para los presentadores de eventos. Y ahí casi oculto detrás de la armazón estaba el pequeño Jhon haciendo tomas imaginarias de las destrezas de los djs. Ahora 24 años después, esos trucos del pasado le ayudan a que los márgenes de errores sean mínimos en cada tonada que hace. Jhon García ha sido Dj de discomóvil, en bares y radios. Sus inicios fueron en Teddy CD en el 2004, pero no exactamente como ‘pincha discos’ sino como parte del equipo logístico. Luego le dieron la oportunidad de tocar en quinceaños y matrimonios. Ya se había preparado lo suficiente para asumir el compromiso de dirigir una farra, recuerda Barcia. “Una vez me pidió un espacio en plena fiesta y con cierto recelo se lo concedí. Lo hizo bien y eso demostró que había tomado sus previsiones”. En casa lo acusaron varias veces de dañar la PC. Se ponía lenta y en muchas ocasiones no marchaba, dice su mamá, Rosita Valdiviezo. Los técnicos detectaron que estaba sobrecargada de música. Ahora con la perspectiva que da el tiempo, Jhon García reconoce que todo fue a causa del BPM Studio, un software para djs que vino instalado en la PC y que fuera el responsable de los colapsos de la máquina. Pero también de su perfeccionamiento, pues con la ayuda del programa fue afinando su técnica. Estar dotado de música reciente era un reto para cualquier Dj del año 2000, pues la conexión a internet era escasa y pocos disponían de un servicio óptimo para descargar los éxitos de moda. Los establecimientos de ventas de CDs clonados tenían una alta demanda. Dj Cachorro era un asiduo cliente y se recorría horas enteras al menos tres locales para nutrirse de los hits del momento o los que su oído creía que gustarían al público. Así llegó a tener una colección que pronto le mereció un roce con los djs más solicitados de Esmeraldas. Recuerda a Alonso Dj a quien conoció en la fiesta de despedida de un joven que partía a Italia. Desde esa farra Dj Cachorro y Alonso conformaron una dupla. Pero el destino condujo al primero a emprender por otros espacios y de manera independiente. Fue contratado en los bares Pilatos, Joder y Scala. Ya tenía un nombre que sonaba en fiestas, por lo que al mismo tiempo de tocar en centros de diversión fue llamado a radio Gaviota. Su amigo y locutor Roberto Amaya le propuso participar en su programa en el cual estuvo por cerca de dos años. Amaya luego pasó a radio Sol Mar y también arrastró consigo a Dj Cachorro. Ahora Jhon García Valdiviezo es parte del equipo de Club Dj 95.