24/03/2024
INVITACIÓN A LA ORACIÓN
(al concluir la Misa Crismal)
Como hijos, hermanos y pastores de este pueblo, queremos expresar nuestro dolor, ante la situación que estamos viviendo en nuestra patria.
Los recientes acontecimientos en diversos lugares del país han creado una mayor tensión en el seno del pueblo, ante la cual queremos animarlos a responder desde nuestra condición de cristianos que nos esforzamos por interpretar los hechos a la luz de la fe, para descubrir las señales que el Señor nos pone en el camino y así podamos escuchar su voz en medio de tantos ruidos.
Por eso queremos invitarlos, en primer lugar, a ofrecer nuestras oraciones en todas las celebraciones que tendremos en la Semana Santa, pidiendo por el bienestar de todos los que vivimos en esta tierra cubana, tanto por quienes gobiernan, para que el Señor guíe sus pensamientos y decisiones hacia la paz y la libertad de todos los hijos e hijas; así como cuantos conformamos esta gran familia, para que asumiendo con responsabilidad nuestra misión, contribuyamos al bien común en beneficio de todos.
En segundo lugar, generando la luz de la esperanza a través de la práctica de la solidaridad, que invita a poner en común nuestros esfuerzos para aliviar las carencias de los más necesitados, confiamos que aportando estas pequeñas y grandes obras de bien, se ayuda a recuperar la confianza en el valor de la fraternidad, de la amistad social tan necesaria para soñar con una patria de hermanos.
En tercer lugar creemos que como Iglesia, nos corresponde favorecer la creación de espacios de diálogo, en los que participen distintos sectores de la sociedad, para buscar los caminos que nos ayuden a salir adelante con una disposición sosegada y esperanzadora.
Ponemos estas intenciones en las manos de la Virgen de la Caridad, Madre y Patrona de nuestro pueblo. Queremos, como reza la canción, que “el amor a mi tierra, nazca del amor a mi Dios”.
Le pedimos a Ella nos ayude a dar pasos firmes, concretos, que expresen nuestro compromiso. Por eso sugerimos que el Sábado Santo en que contemplamos la soledad de la Virgen María en su dolor, nos unamos en la oración confiada a Ella, con la firme esperanza que nos trae la resurrección de su Hijo Jesús.
Que mirando a San José aprendamos a crecer en la fe en Dios, para quien no hay nada imposible, que seamos como él, fuertes, firmes y serenos para vencer la crisis que afrontamos respondiendo a los desafíos que la realidad actual nos presenta.
+ Emilio, Obispo de Holguín + Marcos, Obispo Auxiliar