01/07/2023
RENFIELD Y EL FIN DE LAS RELACIONES TÓXICAS
¿Sabes qué son las relaciones tóxicas? Son esas relaciones que te hacen sentir como una 💩, que te quitan la energía, la alegría y la autoestima, y que te hacen creer que no vales nada sin la otra persona. ¿Te suena? Pues déjame decirte algo: ¡No tienes por qué aguantar eso! Tú eres una persona maravillosa, única e irrepetible, y mereces vivir una relación sana y feliz, en la que te sientas querido, respetado y libre. ¿Cómo? Pues siguiendo estos pasos:
- Reconoce que estás en una relación tóxica. No te engañes ni te excuses. Si tu pareja te trata mal, te controla, te manipula o te agrede de cualquier forma, eso no es amor, eso es abuso. Y tú no eres su víctima, eres su cómplice. Así que, abre los ojos y mira la realidad tal como es.
- Busca ayuda profesional o de personas de confianza. No estás solo ni sola en esto. Hay muchas personas que han pasado por lo mismo que tú y que pueden apoyarte y orientarte. También hay profesionales que pueden ayudarte a salir de esa situación y a recuperar tu bienestar. No tengas miedo ni vergüenza de pedir ayuda. Es lo más valiente y sensato que puedes hacer.
- Corta con esa relación tóxica. Sí, lo sé, es difícil, duele y da miedo. Pero es lo mejor que puedes hacer por ti y por tu futuro. No esperes a que las cosas cambien o mejoren. No dependas de la otra persona para ser feliz. No te quedes por lástima o por costumbre. Tú tienes el poder de elegir cómo quieres vivir tu vida. Y si quieres vivirla bien, tienes que alejarte de lo que te hace mal.
- Recupera tu autoestima y tu felicidad. Ahora que has dejado atrás esa relación tóxica, es hora de reconstruirte y reinventarte. De volver a descubrir quién eres y qué quieres. De cuidarte y quererte a ti mismo o misma. De hacer cosas que te gusten y te diviertan. De rodearte de personas positivas y saludables. De crear nuevos proyectos y sueños. De vivir con plenitud y alegría.
¿Ves? No es tan difícil como parece. Solo necesitas tener claro lo que quieres y lo que no quieres en tu vida, y actuar en consecuencia. Y si necesitas un ejemplo de lo que NO quieres en tu vida, solo tienes que ver la película **Renfield**, donde el pobre protagonista vive una relación tóxica con el conde Drácula, un vampiro que lo convierte en su esclavo mental y lo hace hacer cosas horribles por él. Renfield está tan obsesionado con Drácula, que cree que es su amo y su salvador, cuando en realidad es su verdugo y su cárcel. Drácula se aprovecha de él para manipularlo, controlarlo y usarlo como cebo para sus víctimas. Renfield sufre una relación tóxica de dependencia, posesión y desequilibrio con Drácula, que lo lleva a la locura y a la muerte. ¿Quieres acabar así? ¡Claro que no! Así que ya sabes: ¡Huye de las relaciones tóxicas como de los vampiros!