22/10/2022
|| EDITORIAL
ELECCIONES PRESIDENCIALES EN COLOMBIA🇨🇴 2022; UNA DERROTA A LOS PARTIDOS TRADICIONALES Y A LAS MAQUINARIAS POLÍTICAS.
Los colombianos vivimos más de 200 años de historia republicana bajo la hegemonía de los partidos Liberal y Conservador movimientos que a través de los tiempos fueron perdiendo su esencia y se apartaron de sus plataformas ideológicas, abriendo con ésto caminos a otros movimientos alternativos que a través de los años tomaban más fuerzas, pero cada vez que estaban a un paso de lograr el poder, las balas asesinas del beligerante, agresivo y dictatorial gobierno de turno u otros poderes oscuros, terminaban con las vidas de los líderes que agitaban las banderas del cambio político y social.
En las elecciones presidenciales de 2022, Los dos candidatos que pasaron a segunda vuelta; Gustavo Petro y Rodolfo Hernández tenían dos cosas en común, una, no representaban a los partidos tradicionales y dos, proponían un cambio, cada uno a su estilo y con algunos matices , pero al fin y al cabo era cambio lo que proponían a su electorado. Federico "FICO" Gutiérez, candidato respaldado de manera soterrada por el gobierno Duque, el uribismo y otras aceitadas maquinarias políticas, sorpresivamente salió de contienda en la primera vuelta contra todos los pronósticos. En segunda vuelta fue elegido, Gustavo Petro , quien después de 3 intentos logró ganar la presidencia para el período constitucional 2022-2026, en medio de debates turbulentos entre contradictores y admiradores, pero al fin de cuentas llega un presidente que para muchos es de izquierda, pero para los verdaderos politólogos de este país, es un liberal social demócrata y progresista, ya que Petro es un admirador de líderes políticos como: Jorge Eliecer Gaitán, Rafael Uribe Uribe, Alfonso López Pumarejo y Luis Carlos Galán Sarmiento, que como Petro, prometían al pueblo una ruptura definitiva del estatus quo liderado por la elite gobernante. Los que hoy recordamos la historia sabemos que Alfonso López Pumarejo promovió en su momento una propuesta de reforma agraria, que hoy se asemeja a la propuesta de Reforma Agraria del Gobierno Petro .
Se pregunta la gente. ¿Por qué se dio este cambio en el país? La respuesta es muy sencilla, porque los colombianos estábamos cansados de los mismos con las mismas, porque tanto presidentes, como gobernadores y alcaldes nunca han trabajado a favor de los verdaderos pilares de desarrollo que son: educación con pertinencia, infraestructura, el cuidado del medio ambiente, productividad e industrialización y la tecnología de punta como eje transversal a todos los pilares de desarrollo, porque los gobernantes de turno gobernaron de espaldas a las necesidades de los ciudadanos, porque estábamos cansados de tanta corrupción, sectarismo, politiquería, cansados de tantas mentiras de la vieja y tradicional clase política que parece alejada de los problemas y necesidades básicas de la gente pobre y vulnerable, porque un pueblo que está muriendo de hambre, sin techo, sin conectividad, sin educación, sin salud, sin empleo, envuelto en la violencia más feroz de todos los tiempos, como también, un pueblo viviendo las consecuencias económicas y sociales que ha dejado la pandemia del Covid 19, tanta desigualdad social, donde la politiquería y la corrupción lo único que logró fue que los recursos se esfumaran hacia los bolsillos de los gobernantes de turno y sus amigos patrocinadores de campañas.
Todo lo anterior, lo que generó fue un estallido social de la gente pobre y vulnerable del país, estallido social que por fin llevó a la toma de conciencia del pueblo colombiano y a darnos cuenta que el pueblo es el que manda, ordena y elige. Este panorama tan desolador fue la causa de la derrota de la derecha, es decir, de los partidos tradicionales y de la vieja y caduca clase política de colombiana que gobernó en contravía de la voluntad del constituyente primario.
No me queda la menor duda que la derrota a la politiquería, a las mentiras, al sectarismo político y la corrupción dada en el ámbito nacional, se replicará en las próximas elecciones del 2023, en los departamentos y en los municipios del país, donde los ciudadanos empoderados y hartos de tantas ilusiones desvanecidas, elegirán candidatos alejados de las clases políticas tradicionales dominantes, que sean cercanos y conectados con las necesidades de la gente y con verdadera vocación de servicio, que pongan por encima los intereses colectivos a los personales. El pueblo que es el soberano, según la Constitución política, ya despertó de su letargo y está cayendo en la cuenta de que seguir eligiendo los mismos clanes familiares, o siempre los mismos con las mismas por lo general pertenecientes a X o Y color político, que hacen siempre lo mismo (decir mentiras, hacer politiquería, manejar mal los recursos del estado, ser indiferentes a las necesidades de sus gobernados, creerse unos reyezuelos y hacer pereza) postrando a los pueblos en el atraso y estancamiento y lo más grave, es que los gobernantes de turno quieren imponer sus candidatos para seguir en las mismas; pero la verdad es que lo único que genera ésto, es indignación y rechazo de la población que hoy ya no se traga el cuento que para lograr el desarrollo de una localidad debe ganar un partido y no un pueblo que esta mamado de lo mismo. Es por ello, que este fenómeno se dio en Colombia, porque la sociedad ya cansada de tantas vivencias amargas nos dimos cuenta que es ahora o nunca que necesitamos alcaldes, gobernadores, diputados y concejales para el 2023, que sean verdaderos líderes que incluyan en sus propuestas de gobierno la reinvención de la política y las grandes transformaciones sociales, tecnológicas, económicas, ambientales, entre otras, que requiere la sociedad colombiana de cara a la modernización, para poder iniciar acciones efectivas y poder alcanzar algún día un desarrollo integral que mejore la calidad de vida del pueblo colombiano.
Horacio Gallego Bedoya.
Director