24/06/2024
No me gusta hablar ni mostrar fotos de mi familia. Creo en la discreción y en el anonimato. Bastante “pantalla” tengo yo, como para involucrar a mi hijo en estas, pero, siempre hay un pero), hoy amerita hablar un poco del chino.
Marcelo, mi hijo, hace parte de la selección colombiana de Disco Volador, el llamado Ultimate, que representará los colores de este país en el Campeonato Mundial de la modalidad a realizarse en Inglaterra a mediados de julio.
Como siempre, el deporte en Colombia es un despelote y sus finanzas mucho más. A Menos de un mes de la participación, hay algunos de los jugadores seleccionados, que no cuentan con el respaldo económico de sus familias (me incluyo) para acabar de costear los pasajes y la estadía cercana a los 15 días.
Ya han salido artículos en prensa. Ya la W ha puesto sus micrófonos a disposición de madres, padres y atletas esperanzados en conseguir el título para este país por vez primera. Y es que en verdad son buenos. Sanos. Rápidos. Risueños y lo mejor: se han fogueado con los mejores y han conseguido cosas interesantes,
¿Qué más se puede pedir? Una pequeña ayuda de todos aquellos que conocen y saben de las mezquindades de unos burócratas disfrazados de dirigentes, de un Ministerio de Deporte que por ser el Ultimate un deporte o disciplina que consideran “no prioritaria”, toca si o si, autofinanciarse. Claro y obvio, si llegan a ganarse el certamen, otro gallo es el que cantará y ya sabemos y conocemos de sobra, las declaraciones de los que hoy, los miran despectivos o mejor aún, ni los miran.
Eso era todo. Si alguien desea conocer algo más o aportar para una buena causa, me pueden contactar a través del interno o por el móvil, para quienes lo tienen.
Gracias totales como nos enseñó a decir Gustavo Cerati