18/11/2024
Informativo Elecciones Tolima
Andrés Hurtado: En Pique por las Decisiones que Lo Alejan del Poder
La política tolimense se ha convertido en un campo de batallas internas donde Andrés Hurtado, exalcalde de Ibagué, parece estar perdiendo todas sus apuestas. Lo que empezó como un proyecto político ambicioso, respaldado por alianzas estratégicas y el peso de importantes partidos, hoy luce como un naufragio.
Rupturas, incumplimientos y enemistades han dejado a Hurtado en una posición incómoda, con un futuro político incierto.
Fuentes cercanas aseguran que Germán Vargas Lleras, líder de Cambio Radical, había tendido la mano a Hurtado con la promesa de apoyarlo para el Senado. Pero la avidez del exalcalde por posicionarse desde ya como candidato a la gobernación del Tolima en 2027 habría provocado un quiebre irreparable. Vargas Lleras es conocido por no tolerar incumplimientos. “Quien le falta a su palabra, desaparece del mapa político”, comentan analistas. Y parece que este ha sido el caso de Hurtado: borrado del radar de Cambio Radical, sin espacio en Bogotá y con su liderazgo regional completamente desplazado por el diputado Juan Guillermo Beltrán, quien ahora porta la bandera única de este partido en el departamento.
Por otro lado, el Centro Democrático, que Hurtado intentó cortejar como alternativa, también le cerró las puertas. En recientes elecciones internas, el equipo del exalcalde no logró ubicar ni una ficha en los directorios municipales. El poder quedó en manos de figuras consolidadas como el representante Carlos Edward Osorio, el diputado Harold Urrea y el presidente de la Asamblea Departamental, Felipe Ferro. Este grupo, liderado por la senadora Paloma Valencia, ha fortalecido su estructura en el Tolima. Además, figuras como Holman Guevara, cercano a Valencia, han salido a medios a dar declaraciones que reflejan los pensamientos del partido en Bogotá, consolidando aún más su independencia frente al proyecto de Hurtado.
La situación es aún más preocupante si se consideran las fracturas personales que Hurtado ha protagonizado. Su rompimiento con el diputado Juan Guillermo Beltrán, uno de sus primeros aliados políticos, es apenas una muestra de la incapacidad del exalcalde para mantener relaciones estratégicas. Ahora, los demás grupos políticos observan con recelo cualquier intento de alianza, temerosos de que una discusión termine en enemistades irreconciliables.
A pesar de las adversidades, Hurtado intenta mantenerse a flote a través del Partido de la U, liderado en el Tolima por Jaime Yepes. Su hermana, una candidata a la Cámara de Representantes por esta colectividad, tiene un nombre que resuena con fuerza en algunos sectores. Pero no hay que olvidar que Yepes, a pesar de obtener más de 20,000 votos en las últimas elecciones, no alcanzó el umbral necesario para obtener una curul. Esta incertidumbre se suma al desafío de Hurtado, quien parece depender cada vez más de saber organizar una lista exitosa por esta colectividad.
La lección política que deja este episodio es contundente: los liderazgos efímeros basados en promesas rotas no sostienen alianzas duraderas. En menos de tres meses, Hurtado pasó de ser una figura prometedora a convertirse en un caso de estudio sobre cómo las ambiciones desmedidas y los egos mal manejados pueden desmoronar una carrera política.
¿Será capaz Andrés Hurtado de resurgir o está condenado a la irrelevancia política? El tiempo, y sus propios pasos, tendrán la última palabra.