17/12/2024
|Opinión EA| La generación a merced de la desesperanza
Por: Erlin Abad palacios Maturana X:
De noches en vela, donde confluyen sentimientos e infinidad de ideales y causas por luchar, surge esta breve pero sublime reflexión, que espero sea adoptada de la mejor manera, generando una voz de aliento en todo aquel que lo necesite.
Estamos ante tiempos difíciles, en donde tal y como lo señalan las sagradas escrituras, este promete ser el capítulo más duro, no solo por predicción divina que entre otras cosas es consecuencia directa de todo lo que venía aconteciendo, sino por la degradación a la que el hombre ha llegado. Lo anterior se resume en delincuencia, drogadicción, sicariato, suicidio, violación, y así un sin número de flagelos que sumergen a la sociedad en ese contexto. De ahí que nuestro deber como nueva generación y antecesores de las venideras, no puede estar supeditado al azar. Desde luego que, el futuro les pertenece a aquellos que luchan incansablemente y no se encierran tras barrotes viendo como les pasa el presente y futuro en un abrir y cerrar de ojos. A mi corta edad y poco recorrido profesional, he evidenciado la valía que tiene el movimiento de las manecillas del reloj en nuestra vida. Entendiendo que entre más desentendidos estemos más rápido pasa el tiempo. Ahora bien, como generación vanguardista tenemos la labor de llevar las banderas del futuro y progreso social, pese a cualquier situación. Es precisamente a lo que hizo referencia en una entrevista el expresidente de Uruguay pepe Mujica, en donde afirmaba que; “mientras nuestros errores no sean los mismos que los de nuestros antecesores, siempre habrá esperanza”, lo que entre líneas significa que, los errores en los que incurra una generación, no los mismos de la próxima, suponiendo en tal entendido que, se evidenciaría una verdadera evolución social. No obstante, veo con preocupación que la realidad es otra, es triste ver lo débiles y frágiles que estamos resultando ser como generación, será que se nos prometió una vida llena de alegrías y regocijo, Sin ningún momento amargo, difícil o problemático?, ¿Serán los problemas hecho generador para tomar la terrible decisión de acabar con nuestras vidas?
De ahí viene la titulación de esta nota. ¿Dónde están los jóvenes aguerridos que propugnan ser el futuro de la sociedad?, aquellos que de niños sueñan tan elevado, pero que, a su paso por la realidad, desisten de aquello?
Los índices de mortalidad en Colombia que se generan con ocasión a crisis depresivas, y más aún en estudiantes universitarios, donde la hipótesis que manejan es plenamente atribuida a el estrés o carga educativa impuesta, son abrumadores. El Ministerio de Salud y Protección Social (Minsalud), el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses (INMLCF) y el Observatorio Nacional de Salud Mental (ONSM), registro en lo que va del año, un total de 2,215 suicidios en Colombia, de los cuales una porción significativa se debe a crisis de salud mental. Al respecto debo decir que , las personas que padecen estas crisis , por supuesto que son personas motivadas por patrones ajenos a su voluntad y habrá especialistas que investiguen mas a fondo sobre el particular, sin embargo, ¿Quién nos idealizó sobre el hecho de que la vida es un pasaje por una constante inundada de felicidad?, en donde se nos vendió que en el marco de nuestro ejercicio soberano, en la elección de nuestros gobernantes, ellos irán de acierto en acierto en cada decisión tomada? ahora bien, no afirmo tener la potestad de juzgar a aquellos que concluyeron ultimar sus vidas, porque cada quien sabe que padece y bajo mi criterio que posiblemente sea impopular, el único con dicha atribución esta fuera de lo terrenal, no obstante , esta nota va dirigida puntualmente a mis coterráneos, que por diversas situaciones concluyen, no luchar, no soñar, no perseverar en la consecución de sus proyectos. creamos firmemente en que cada día es una nueva oportunidad, a la larga tu futuro dependerá o será el reflejo de lo que hagas día a día. No estamos exentos a situaciones difíciles, diagnósticos inesperados, rupturas irreconciliables, perdidas irreparables, abandonos dolorosos y numerosas situaciones de ese tipo, que, si no aprendemos a sobrellevar, sería la ruta de acceso a un fatídico final. la clave está en ser más fuertes que nuestras adversidades, en aprender a manejarlas, sin dejar de ser felices, aprovechando dichas situaciones para forjar nuestro carácter, fortalecer nuestra personalidad y centrar nuestra fuente de felicidad en lo maravilloso que el dador de la vida ha sido para con nosotros.
Es por ello que, como ciudadano de a pie y profesional quiero aprovechar este espacio, para dar apertura a una propuesta que, dado el panorama social, hoy tengo la plena seguridad de su viabilidad y con ocasión a ello posible materialización. Esto es, la inclusión de aulas de apoyo psicológico en todos los niveles de escolaridad, sin excepción, no siendo opcional sino completamente obligatorio, tanto para el estudiante como para el docente y por supuesto el profesional que sigue en constante capacitación. Contemplo esta alternativa por la ventaja que representaría, en la medida en que, hacerlo parte de un pensum académico, e integrarlo en el plano del desempeño profesional, sometería a revisión periódica y continua nuestro estado emocional, lo que evitara de una u otra forma la toma apresurada de decisiones, que atenten de manera directa con nuestra propia vida.
Si bien es cierto que la vida es fugaz per-se, toda vez que, obedece a un ciclo en el que al final se perece, nada justifica atentar contra nuestro derecho más preciado, no solo por mandato o concepción divina sino constitucional, en acuerdo a lo plasmado en nuestro contrato social también denominado constitución política. independientemente de cualquier infortunio, recordemos lo que decía cervantes en su obra el quijote, quizá uno de los pasajes más profundos de la obra; “confía en el tiempo, que suele dar dulces salidas a muchas amargas dificultades”, por muy cliché y escéptico que pueda leerse por lo adverso de la situación, siempre habrá esperanza.
P.D.: para los lectores de este acucioso e importante portal informativo y comunidad en general, feliz navidad y próspero año nuevo!