02/12/2024
Hace 31 años Diomedes Díaz Maestre, recibió el título de bachiller
Por Juan Rincón Vanegas
Corría la tarde del miércoles primero de diciembre de 1993, hace 31 años, cuando en el pueblo de La Junta, La Guajira, exactamente en el colegio nacionalizado Hugues Manuel Lacouture, se aprestaban a entregar una nueva promoción de 34 bachilleres, entre las que se contaba Marena Rocío Díaz Sarmiento, hija de Diomedes Díaz Maestre y Martina ‘La negra’ Sarmiento Loperena.
Todo estaba listo para la ceremonia que no comenzaba porque se estaba esperando al hijo más importante de esa tierra Diomedes Díaz Maestre, quien sería exaltado como Bachiller Honoris Causa. Después de una larga espera el artista apareció en la sala múltiple vestido de azul turquí y regalando sonrisas y abrazos.
La ceremonia se inició teniendo todas las miradas dirigidas a ‘El Cacique de La Junta’, quien ansioso esperaba el famoso cartón de bachiller que nunca recibió, tal como lo declaró en su canción ‘El profesional’. “Me inclinaba cuando fui un alumno siempre ser un buen profesional, y como no tuve pa’ estudiar, fueron imposibles mis estudios”.
Cuando llegaron las palabras del rector Dennis Escrigas Bonilla, destacó a los nuevos bachilleres, pero hizo énfasis en el hijo de Rafael María Díaz y Elvira Maestre, quien era ejemplo para todos porque de vendedor de limones y trabajos forzados en el campo, había alcanzado la fama como cantante y compositor, teniendo como premio ser el mayor vendedor de discos de música vallenata, sumado a ser dueño de la más grande fanaticada.
Después de recibir el diploma de Bachiller Honoris Causa y con la naturalidad que lo caracterizaba, ‘El Cacique de La Junta’, dijo. “Nunca pensé llegar a ser bachiller. Mamá, Papá, ya soy bachiller”. En esa frase conjugó todo el agradecimiento a esos seres queridos que se esforzaron por sacar adelante a su hijo y en el preciso momento supieron tomar el cauce indicado. Ellos sabían que las cosas del alma valían mucho más que el dinero. El sacrificio y los desvelos valieron la pena, en aquella época de constantes necesidades
La emoción de Marena
Mientras todos los aplausos eran para Diomedes Díaz, una joven esperaba ser llamada para recibir su diploma de bachiller. Era Marena Rocio, la misma que su papá le dibujó su nombre en letras, viendo cierta mañana un paisaje de mar y arena, exactamente en Santa Marta.
El maestro de ceremonia hizo el llamado: Marena Rocio Díaz Sarmiento. Ella, se levantó de su puesto y con una leve sonrisa recibió el diploma. No recuerda si la aplaudieron, lo que si quedó calcado en su memoria fue cuando su padre salió a su encuentro, la abrazó, le dio un beso y le manifestó casi en secreto. “Hija, que la Virgen del Carmen te bendiga”.
Aquel momento irrepetible y poco dado en el campo estudiantil, Marena lo resalta de la siguiente manera, no sin antes dejar escapar una lágrima como premio a esa dicha inigualable.
“Recibir con mi papá el titulo de bachiller ha sido el día más emocionante de mi vida, al igual que el nacimiento de mis hijos. Verlo feliz al yo haber cumplido una etapa de mis estudios, las que él también alcanzaba en su querido pueblo. No hay palabras para explicar ese bello momento”.
De repente retrocedió el tiempo y comenzó a mirar la fotografía de su vida, vista desde el ángulo de su niñez, la cual su mamá Martina ‘La negra’ Sarmiento, le contó en detalle. Con calma expresó.
“Los primeros regalos que me hizo mi papá, recién nacida, fueron una cadenita de oro que tenía una medallita con la imagen de la Virgen del Carmen, y un vestido de opal verde manzana con florecitas bordadas”. De repente se puso de pie, entró a su cuarto y se apareció con el mencionado vestido que para ella es un tesoro.
Volvieron nuevos recuerdos. “El vestido lo guardó mi mamá, y cuando nació mi primera hija se lo puse. Ya se imagina la emoción de verla vestida como estuve yo”. Marena, no sabía si sonreír o llorar. Todo se debía a que el recuerdo cabalgaba por dentro.
También anotó que cuando se graduó su aspiración era estudiar odontología, pero al poco tiempo a su boca llegó la palabra Amor y no fue de dientes para afuera. Ella, se casó con Bolívar Vega Ramírez, con quien ha tenido cuatro hijos: María Camila, José Bolívar, María Isabel y Carlos Julio.
Al final Marena recuerda a su papá por el cariño y los detalles que frecuentemente le daba y más cuando le solía decir que la garganta ya le estaba dando plata. “Tantos y tantos recuerdos de mi papá que con esfuerzo pudo llegar lejos en la música vallenata, siendo el mejor”.
Padre e hija, bachilleres de la promoción de 1993, en La Junta, La Guajira, siempre recordaban el acontecimiento de la graduación, porque en imágenes quedó enmarcada esa película llena de sentimientos y a la que no se le hizo un canto, sino que tuvo connotaciones de gloria, esa gloria que va directo al corazón.
Al final de la entrevista Martina ‘La negra’ Sarmiento, madre de Marena, señaló que era la dueña del trofeo que Diomedes se había ganado el 30 de abril de 1976 en el Noveno Festival de la Leyenda Vallenata con el paseo ‘Hijo agradecido’, que ocupó el tercer puesto.
Padre e hija bachilleres
Esta historia es poco común donde se llevó a cabo el mismo día la graduación de un padre con su hija, en la única institución educativa del pueblo, teniendo una cantidad de frases por regalar, detalles que no se borran y sonrisas que se quedaron estampadas en el alma,
…Y con aquel ingrediente de recordar un diciente canto vallenato, es mucho mejor. “Pero hay cosas bellas en el mundo que es la inteligencia natural, y cualquier hombre puede triunfar, y después gritarlo con orgullo. No fueron completos mis estudios, pero soy un buen profesional”. Ay Diomedes…