24/01/2025
En nuestro primer taller del año, junto al talento del artista mexicano , exploramos la riqueza de visiones que cada persona tiene sobre la paz. Reflexionamos sobre cómo la paz no es un estado fijo, sino una construcción social profundamente vinculada a nuestras relaciones con la naturaleza, las formas de producción y los vínculos entre seres humanos. Es una vision compartida que requiere de la participación activa de todas y todos, donde cada idea, trazo y perspectiva aporta al tejido de una sociedad más justa.
El arte, en todas sus manifestaciones, tiene un poder transformador que trasciende lo estético. En momentos de conflicto e injusticia, el arte se convierte en un espacio de encuentro donde las emociones, historias y luchas se expresan con libertad. Pero también revela las contradicciones de nuestra sociedad, evidenciando las desigualdades generadas por las estructuras de poder y las relaciones de producción que moldean nuestra realidad. Para las comunidades, el arte es una herramienta que denuncia, cuestiona y expone estas tensiones, mientras fortalece la identidad colectiva y reivindica derechos fundamentales. Murales, música, teatro y danzas no solo son expresiones culturales, sino actos de resistencia que enfrentan la opresión y movilizan hacia el cambio.
En la construcción de la paz, el arte permite sanar las heridas de un sistema que muchas veces prioriza la acumulación sobre la vida. Reconectarnos con nuestras raíces y con la naturaleza a través de la creatividad es un acto subversivo, pues nos invita a repensar nuestra relación con el entorno y entre nosotros mismos. Los bocetos creados en este taller no son simples dibujos, sino expresiones de esperanza que desafían el modelo que nos separa de nuestra esencia comunitaria.
Las comunidades que defienden el agua, la tierra y la vida nos muestran que el arte es más que representación: es acción. Es un medio para cuestionar las estructuras que perpetúan la desigualdad y para imaginar un futuro donde la justicia y la equidad sean posibles. Cada pincelada, cada verso, cada trazo en este proceso creativo lleva consigo no solo un mensaje, sino un llamado a transformar la realidad. Así, el arte se convierte en un puente hacia la emancipación colectiva, donde resistencia, esperanza y solidaridad se unen para construir una vida digna.