13/05/2023
Aquí la ropa siempre está impecable, nunca está sucia de tanto jugar.
Aquí no hay juguetes regados por toda la casa, de hecho nunca salen de los estantes donde se han guardado.
Aquí no hay gritos de euforia a la hora de jugar.
No hay un mundo mágico infantil, ni esas historias tan llenas de imaginación.
No sé si Ian y Luana preferirían las muñecas o jugar con un balón.
¿Quizás ambos?.
Sabes, esa dulce vocecita llamando a mami, mami, mami mil veces, nunca la escuché 😭.
Ayer me encontré con una escena que me dejó pensando, una mujer tirándole del pelo a su hijo, ¿sabes por qué?, corrió, sí, se emocionó en el pasillo del mercado y corrió, pero pronto regresó con su familia.
No estoy juzgando su actitud, porque tal vez para ella y para tantos otros es una razón para quejarse y luchar con el niño...para mí sería un gran logro.
Así es como yo querría que Ian y Luana fueran libres para correr y jugar donde quisiera.
Sería maravilloso tener varios juguetes regados por la casa, porque ella jugó con ellos.
Y si pudiera llamarme mami y no se fuera con otros porque siempre prefiere mi regazo, porque es un chicle de mami, sería perfecto también, pero tuvo que aprender en sus primeros días de vida que está "sola" (porque mami no pudo hacer nada para sacarla, fueron meses para que le dieran el alta) en una pequeña cuna en la UCI.
Así que ella va con todos, o con cualquiera.
Si pudiera dar un consejo a una madre tan cansada de la maternidad real, sería tranquila, pasará, crecerá.
La maternidad para algunas mujeres es tan triste y dolorosa, así que agradece a Dios por la salud de tu hijo.
Los niños felices gritan, corren, no se detienen, parecen tener hormiguitas en sus pañales ja ja ja, quieren explorar todo lo que les rodea, sean pacientes con ellos, enseñen mil veces si es necesario.
Intenta no perder el autocontrol, cuenta hasta 10, bésalos, abrázalos, detente para escuchar sus increíbles historias.
Recuerda a las mamás que no viven esa deliciosa realidad.
Déjalos ser niños, no trates de convertirlos en pequeños robots.
Por supuesto que educar no es fácil, a menudo tenemos que ser duros, tener el pulso firme, pero educa con amor, deja en sus recuerdos una infancia feliz, con tu presencia y sobre todo con tu comprensión de que son solo niños.
¡Solo para reflexionar!
Por Paula Salvarani