08/12/2024
. Día de velitas | La Policía de Bolívar protege el espíritu de la tradición*
El 7 de diciembre, cuando las primeras sombras de la noche caen sobre el departamento de Bolívar, las poblaciones se llenan de una luz especial: la de miles de velitas encendidas con fervor, mientras familias se agrupan en plazas, parques y balcones para celebrar el tradicional Día de las Velitas. Este es un día cargado de significado, un momento para rendir homenaje a la Virgen María y dar inicio a la temporada navideña en Colombia. En medio de esta alegría y devoción, la Policía realiza un trabajo fundamental, discreto pero esencial, que se despliega en la oscuridad para garantizar que todo transcurra sin alteraciones.
La seguridad durante la festividad del Día de las Velitas no es tarea fácil. Desde horas antes de la puesta del sol, los uniformados se preparan para lo que se anticipa como una de las noches más complejas del año. Con más de 1.200 uniformados desplegados en todo el territorio, el plan de seguridad se activa en cada una de las poblaciones. Las patrullas motorizadas recorren incansablemente las calles, y en las multitudes, agentes encubiertos se infiltran para garantizar que la celebración se mantenga dentro de los márgenes de la paz. Aunque la fiesta es sinónimo de alegría, las autoridades se mantienen alertas ante cualquier eventualidad que pueda alterar el orden público.
"Lo importante es que, gracias al trabajo en equipo, pudimos evitar que los incidentes se salieran de control", afirma el Coronel Alejandro Reyes Ramírez, comandante de la Policía de Bolívar. Según él, la clave para el éxito de la operación es la coordinación constante con las autoridades locales y el trabajo conjunto con la comunidad, quienes, en muchos casos, se convierten en aliados esenciales para el mantenimiento de la seguridad. A pesar de las multitudes y el caos propio de la festividad, el balance general es positivo: la noche se desarrolló con tranquilidad, y la presencia policial se convirtió en un pilar fundamental de esa calma.
Desde días antes, los uniformados planifican el despliegue de las patrullas y las medidas preventivas. Además, intensifican las labores de sensibilización en la comunidad, particularmente en el manejo seguro de la pólvora, realizando campañas educativas en colegios y lugares públicos. Las autoridades municipales, en coordinación con la Policía, establecen puntos de control en las zonas de mayor afluencia, como parques y calles comerciales. "Nuestro trabajo es garantizar que todo transcurra en orden", asegura el Coronel Reyes, enfatizando que su objetivo no es solo atender las emergencias, sino prevenir cualquier acción que pueda poner en riesgo la seguridad de los ciudadanos.
La noche avanza entre luces parpadeantes, risas de niños y las tradicionales procesiones de velitas. Pero no todo es solo brillo y alegría: las autoridades se enfrentan a situaciones que, aunque menores, pueden convertirse en complicaciones si no se atienden con prontitud. "Lo más complicado de una noche como esta son los incidentes menores. Si no se atienden a tiempo, pueden convertirse en problemas mayores", comenta uno de los oficiales que patrullaba una de las zonas más concurridas del territorio bolivarense. En medio del bullicio, la Policía de Bolívar se convierte en una especie de guardiana invisible, garantizando que la fiesta continúe sin sobresaltos.
El Día de las Velitas, más allá de ser una celebración, es un símbolo de fe, de unión familiar y de tradición. Cada vela encendida representa un deseo de esperanza, un deseo de bienestar para el prójimo, y es precisamente este espíritu de fraternidad el que la Policía de Bolívar busca proteger.
Para los ciudadanos, la presencia de los uniformados es una garantía de tranquilidad. Rosa Martínez, vecina de Magangué, expresa con una sonrisa de alivio: "Me siento más tranquila sabiendo que hay tanto apoyo. Aunque las calles están llenas, los niños disfrutan de la celebración con la seguridad de que, si algo ocurre, hay personas que están pendientes de todo."
Juan Carlos López, dueño de una tienda, también resalta el trabajo de la Policía: "El año pasado tuvimos algunos robos menores, pero este año, con la mayor presencia de la Policía, hemos estado mucho más tranquilos. La seguridad está garantizada, y eso nos permite trabajar con mayor tranquilidad." Estas palabras reflejan el sentir de muchos comerciantes, quienes se sienten respaldados por la vigilancia constante de los uniformados.
Así, entre el brillo de las velas y la alegría de las familias, la Policía de Bolívar cumple su misión con discreción, pero con firmeza. Aunque a menudo pasan desapercibidos entre la multitud, su trabajo es crucial para que esta tradición tan importante se desarrolle de manera segura y armoniosa. Y mientras las luces de las velitas se apagan y la región regresa lentamente a su rutina, la Policía sigue siendo el garante de la seguridad. Su labor no termina cuando se apagan las últimas llamas de las velas, sino que continúa siendo fundamental para la paz de los ciudadanos, tanto en estas festividades como a lo largo de todo el año.
En el amanecer del 8 de diciembre, cuando el territorio comienza a retomar su ritmo, los oficiales de la Policía Nacional de Bolívar siguen siendo los verdaderos guardianes del orden, aquellos que, desde las sombras, permiten que tradiciones tan queridas como el Día de las Velitas se vivan con paz y seguridad.
En este día especial, más allá de las luces que adornan las calles y cielos de Bolívar, son los uniformados quienes, con su dedicación incansable, hacen posible que cada celebración no solo sea recordada por la alegría que emana de cada vela, sino también por la paz y seguridad que garantizan con su presencia discreta y constante.