21/11/2024
¿Me puedo quedar en e viaje?
Por: Daniel Rojas Estupiñán
Dicha pregunta es una incógnita frecuente entre las personas que tienden a manifestar un consumo de sustancias psicoactivas (SPA) de manera ocasional, recreativa, frecuente o crónica.
Esta, más que una pregunta, es una situación que tiene un trasfondo de salud pública, la cual debe ser abordada antes de que se presenten más “víctimas”. En primera instancia, la historia del consumo de sustancias es tan extensa como lo es la historia de la humanidad, por ende, ha generado un gran impacto sobre el pensamiento de las personas, su conducta y, en consecuencia, la cultura. El uso de sustancias ha tenido y tiene varios objetivos en la sociedad, uno de ellos es el uso en rituales espirituales o religiosos de algunas etnias, y del cual resulta relevante enmarcar la funcionalidad como un alterador de la consciencia para cumplir con las exigencias propias del ritual.
De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (2005), las sustancias psicoactivas, conocidas más comúnmente como dr**as psicoactivas, son sustancias que al ser tomadas pueden modificar la conciencia, el estado de ánimo o los procesos de pensamiento de un individuo y que, de acuerdo con la Asociación Americana de Psiquiatría y Asociación Americana de Psicología o APA (por sus siglas en inglés para ambas instituciones), el consumo o abuso de dichas sustancias puede ser causante o desencadenante de una psicopatología, en la cual, como lo afirman en el Manual de diagnósticos de trastornos mentales (DSM-IV TR), cuando la persona experimenta síntomas asociados a una enfermedad mental por efecto fisiológico de una sustancia, se establece la categoría de un trastorno inducido por SPA. Dentro de la investigación se ha logrado plasmar un amplio espectro de sustancias con sus respectivos deterioros neuropsicológicos y/o psiquiátricos, teniendo dentro del foco de investigación no solo a las sustancias ilegales sino también a las legales como lo son el alcohol, el tabaco o la cafeína, y que deja en evidencia el estrecho vínculo entre el consumo de SPA (legales o ilegales) con el riesgo probable de desencadenar un deterioro o alteración del pensamiento (psicopatologías) o neurocognitivas (deterioro progresivo de procesos básicos: atención, memoria, y superiores: lenguaje, funciones ejecutivas, etc.).
Antes de profundizar acerca de la relación entre el inicio de enfermedades mentales por el consumo de SPA, es importante tener en cuenta algunos conceptos. La enfermedad mental se puede definir como un desorden a nivel cognitivo (pensamiento) y comportamental que se caracteriza por generar un malestar clínicamente significativo en el individuo, y de esta manera origina un desajuste y/o disfuncionalidad en sus diferentes áreas de desempeño: social, laboral, afectivo, personal, académico, sexual, etc. Lo que conlleva a posibles estados de deterioro subjetivos que dependen del tipo de problemática, sus factores evocadores, de mantenimiento (variables o factores hacen que el problema persista) y factores del desarrollo del individuo. Cabe resaltar, que algunas de estas condiciones tienen variables biológicas-genéticas que pueden causar que el problema sea más crónico o profundo, aunque también existen casos de algunas enfermedades como la esquizofrenia, la ansiedad o la depresión que si bien pueden tener estas variables biológicas, también necesitan de una interacción del individuo con el ambiente (situaciones, condiciones o experiencias), para que puedan desarrollarse.
La APA (2013), en la última versión de su Manual de diagnóstico, establece que la esquizofrenia está caracterizada por la presencia de alucinaciones, delirios, discursos desorganizados y un comportamiento alterado (estos deben persistir por un tiempo determinado), los cuales generan un deterioro significativo en la vida de la persona.
La esquizofrenia, es uno de los desórdenes mentales y comportamentales más conocidos y caracterizados a lo largo del tiempo, para la cual aún no se ha encontrado una etiología (origen o causa) única y específica. Es necesario resaltar que, si bien esta condición tiene un componente predominantemente biológico, el cual se representa a groso modo por un desequilibrio químico dentro de las vías dopaminérgicas (meso-límbica, cortico-límbica y nigro-estrial) en receptores D2 de la dopamina causantes de la sintomatología, es necesaria más no suficiente para desencadenarla y en ese orden de ideas es donde se han logrado establecer las diferentes hipótesis etiológicas de dicha enfermedad, dentro de las que se encuentran principalmente las hipótesis: genéticas, dopaminérgica, diátesis-estrés y la toxicológica o por consumo de sustancias en la cual se enfocara este texto.
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«¿Me puedo quedar en e viaje?» Dicha pregunta es una incógnita frecuente entre las personas que tienden a manifestar un consumo de sustancias psicoactivas (SPA) de manera ocasional, recreativa, frecuente o crónica. Por: Daniel Rojas Estupiñán Esta, más que una pregunta, es una situación que...