24/09/2021
Veo que cada vez que pongo una publicación que habla de la Defensa Legítima, no solamente ateos, marxistas y feministas ponen sus "me divierte" y dejan, como de costumbre, sus comentarios llenos de insultos y ataques personales, pero peor, veo que algunos Cristianos lo hacen de igual manera. Y casi siempre, apuntan hacia el Sermón del Monte, para tratar de "hacerme ver" que estoy mal en mi defensa del libre porte de armas por ciudadanos responsables. Rápidamente, aquí les dejo mi defensa (por favor, tengan en mente que como Cristianos podemos discrepar en estas cosas secundarias, sin necesidad de caer en pleitos donde descalificamos enteramente a alguien de ser Cristiano simplemente por no estar de acuerdo en este punto):
1. Jesús dijo en el Sermón del Monte: "Por tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti" (Mateo 5:29). Pregunta: ¿todavía tienes tus dos ojos, o como dice el texto, te los sacaste cuando viste una mujer inapropiadamente? Aquellos que en su literalismo quieren aplicar Mateo 5:39 literalmente (donde dice, "a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra"), estarán obligados a tener que aplicar Mateo 5:27-30 literalmente, y por lo tanto, terminarán sin manos ni ojos. ¿Qué nos enseña esto? Que una propia exégesis no interpreta todo de manera literal, sino que extrae el correcto sentido del pasaje a la luz del resto del testimonio bíblico (dejando que la Biblia se interprete a sí misma), para así, no caer en absurdos o contradicciones y hacer a DIOS mentiroso, que demanda una cosa un día, y luego demanda lo opuesto otro día.
2. La Defensa Legítima es un principio bíblico y otorgado por DIOS, que se manifiesta desde Génesis al Nuevo Testamento. Por ejemplo, vemos a Abraham armar a los hombres de su casa (y recuerda, esto es antes de la ley mosaica, y Abraham es el padre de la fe, y en Cristo Jesús, padre de los cristianos, Gálatas 3) para ir a librar a su sobrino Lot (Génesis 14). Vemos al mismo Moisés, quien escribió el pentateuco donde dice "no matarás", en un acto de defensa legítima, matar a un egipcio que estaba asaltando la vida de su hermano hebreo (Éxodo 2:11-12).
Y no bastaría el tiempo para hablar de los patriarcas, los jueces, los reyes y los profetas: aún el profeta Elías, con una espada, decapitó a los 400 falsos profetas de Baal (1 Reyes 18:40, y esto, después de recibir la Ley del Sinaí donde proscribe, "no matarás", para que miren, que nunca se ha interpretado literalmente y sin propio contexto el mandamiento "no matarás"). Necesitamos dejar a un lado nuestros prejuicios postmodernos y humanistas de nuestro tiempo, y leer el texto bíblico por sí solo, entendiendo qué es lo que quiso decir el Señor con el mandamiento "no matarás". Allí mismo, en el libro de Éxodo, donde se nos revela el Decálogo, se nos dice en Éxodo 22:1 (lee y entiende):
"Si el ladrón es sorprendido forzando una casa, y es herido y muere, no habrá culpabilidad de sangre".
Así que, como pueden ver, la Defensa Legítima es un PRINCIPIO BÍBLICO, otorgado por DIOS, no por los hombres, que en última instancia, usan la política para adueñarse de todos (S. Mateo 20:25-26).
3. ¿Qué dice el Nuevo Testamento? Bueno, ciertamente nos prohibe usar la fuerza para vengarnos. Claramente esa es la enseñanza de Cristo y de sus apóstoles. Quizás el pasaje más claro se encuentra en la carta a los cristianos en Roma, cuando Pablo escribe:
"Amados, nunca os venguéis vosotros mismos, sino dad lugar a la ira de DIOS, porque escrito está: Mía es la venganza, YO pagaré, dice el Señor. Pero si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; y si tiene sed, dale de beber, porque haciendo esto, carbones encendidos amontonarás sobre su cabeza. No seas vencido por el mal, sino vence con el bien el mal" (Romanos 12:19-21).
Sin embargo, la pregunta que nos debemos hacer, es esta: ¿vengarse es lo mismo que defenderse legítimamente? Y cuando piensas de manera razonable y justa (no según las apariencias, Juan 7:24), te das cuenta que no es lo mismo. Ciertamente, junto con los apóstoles de Cristo estamos rotundamente en contra de la venganza y el vigilantismo, pero no por esto no podemos defender lo nuestro, en especial, nuestras familias. Les daré dos ejemplos para que entiendan la diferencia entre "vengarse" y "defenderse legítimamente":
A: En tu trabajo, un compañero te insulta y se mofa de ti, porque al saber que eres Cristiano, te considera un "santurrón" e "id**ta". Siempre te hostiga, y te ofende hasta incluso delante de los otros compañeros de trabajo. Como Cristiano, tienes que dejarlo ir, no dejar que sus insultos dominen tus pasiones, sino sencillamente "bendecir a los que te maldicen". Haciendo esto, darás lugar para la justa ira de DIOS.
B: Son las 3 AM. Un ladrón entra a tu casa, y comienza a robarse tus cosas. Pero peor, cuando ve a tu esposa, comienza a agredirla física y sexualmente. Como esposo, puedes "poner tu otra mejilla" o hacer uso de cualquier herramienta que tienes a tu disposición, ya sea un cuchillo, una pi***la o siquiera un pedazo de hierro, para tratar de neutralizar al ladrón y defender tu familia. Si al agredir al ladrón causas su discapacidad física o incluso la muerte, estás libre de su sangre (Éxodo 22:1).
¿Ven la diferencia? Y no es meramente un hipótesis, es lo que vemos a través de toda la Biblia: hombres y mujeres (ejemplo: Gedeón, Jael, Sansón, David, Samuel, etc.) que usan la fuerza para defender lo suyo legítimamente de intrusos.
4. DIOS no se contradice: el mismo DIOS del Antiguo Testamento es el DIOS del Nuevo. Ciertamente con Cristo, hay parte de la ley mosaica que están cumplidas y por lo tanto, ya no se siguen como en tiempos pasados. Pero esas leyes son las ceremoniales: es decir, Cristo es nuestro Tabernáculo, Cristo es nuestro Sumo Sacerdote, Cristo es nuestro Cordero Pascual (la epístola de Hebreos es el que más clarifica este cumplimiento de la ley ceremonial en Cristo). Sin embargo, las leyes morales siguen vigentes, de otra manera, descartemos los 10 mandamientos, descartemos con Levítico 19:18 (“No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino que amarás a tu prójimo como a ti mismo; yo soy el Señor"). De hecho, hay pasajes claros y directos que no satanizan el uso de armas, sino que más bien, demuestran su utilidad para castigar y prevenir la propagación de la maldad:
- "Entonces Jesús les dijo: Pero ahora, el que tenga una bolsa, que la lleve consigo, de la misma manera también una alforja, y el que no tenga espada, venda su manto y compre una" (S. Lucas 22:36).
- "¿Deseas, pues, no temer a la autoridad? Haz lo bueno y tendrás elogios de ella, pues es para ti un ministro de Dios para bien. Pero si haces lo malo, teme; porque no en vano lleva la espada, pues ministro es de Dios, un vengador que castiga al que practica lo malo" (Romanos 13:3-4).
En conclusión, si no te gustan las armas en lo personal, está bien, no las uses; pero no caigas en el pensamiento postmoderno de asumir que el problema de violencia son las armas. El problema siempre ha sido el corazón del hombre. Miren el primer homicidio cometido por nuestra especie: Caín contra su hermano menor Abel (Génesis 4). ¿Usó una pi***la o un rifle? No, usó un elemento natural. La maldad no es el rifle, la maldad, como dijo Cristo, son los pensamientos del corazón, pues de allí, "salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias" (S. Mateo 5:19).
Así que, termino con esta pregunta a vuestras mentes razonables: ¿en manos de quienes queréis las armas (porque mientras Cristo no venga, las habrá, digan lo que digan los políticos e ideólogos a lo contrario): en manos de justos o en mano de impíos?
Yo, como Nehemías, digo: "No temáis delante de ellos; acordaos del Señor, grande y temible, y pelead por vuestros hermanos, por vuestros hijos y por vuestras hijas, por vuestras mujeres y por vuestras casas" (Nehemías 4:4).
Saludos y paz en Cristo.
- Joshua Enior Jiménez.