20/11/2024
El verano de la Selección Chilena
Imagínense. Llegamos a la final del Mundial y tenemos cuatro meses para prepararla. El azar hizo que fuera en Asunción de Paraguay ante el equipo local. Es el 20 de marzo en el Defensores del Chaco. Todo o nada, pero depende solo de nosotros, a partido único.
Depende de nosotros porque Chile quedó a cuatro puntos de Bolivia, el séptimo clasificado, y con un partido entre ambos por jugarse. Hay que vencer a los altiplánicos y además descontarle otro punto de diferencia. Podría ser en Paraguay. Pese al calor y la humedad de Asunción, no es un clima inexpugnable como el de Colombia, Ecuador o Venezuela, o un rival de primer orden mundial como Brasil, Argentina y Uruguay.
La ANFP, y hay que ver si Gareca, tienen el sartén por el mango. Tienen la posibilidad de convertir estos exactos cuatro meses en el Esperanzas de Toulón de Marcelo Bielsa o en los amistosos estivales de Nelson Acosta. Puede salir un Moisés Villarroel de lateral, un Gary Medel de central o un esquema nuevo al cual aferrarse.
El problema es que entre el 20 de noviembre de 2024 y el 20 de marzo de 2025 no hay ninguna fecha Fifa. Dependerá solo de las ganas de la ANFP de Pablo Milad, del cuerpo técnico correspondiente y de los clubes del fútbol chileno, la intención de preparar la final en Asunción. Nunca antes el cuerpo técnico de Ricardo Gareca tuvo tanto tiempo para preparar un partido.
Solo en esta nómina, del fútbol local estuvieron Cortés, Isla, Hormazábal, Wiemberg, Pavez, Vidal, Pizarro, Cepeda, Guerrero y Tapia. Antes, Palacios, Zaldivia, Mena, Marcelo Morales, Marcos Bolados, Cristián Zavala, Nicolás Fernández y cuando quiera Charles Aránguiz. En la prenómina de 50 jugadores antes de la Copa América estuvieron Óscar Opazo, Marcelo Díaz y Stefan Pino.
Para microciclo al menos alcanza, con Iván Román, el ya nacionalizado Zampedri, el propio Pino y algún otro. También alcanza para un amistoso fuera de fecha Fifa a fines de enero, lugar del calendario donde EEUU acostumbra a jugar partidos preparatorios. Se pueden afianzar sociedades, trabajar la salida con el pie de Cortés, insistir con Cepeda por la derecha, con Vidal - Pizarro en el medio, e incluso con Fabián Hormazábal si es que se quiere probar a Loyola en el mediocampo, su lugar en Independiente de Avellaneda. Son semanas valiosas y hay que aprovecharlas.
Son exactos 4 meses para el partido más abordable de visita, descontando la complicada subida a El Alto de Bolivia, pero donde se debe ganar con la camiseta. Ese triunfo hay que darlo por descontado si es que queremos ir al Mundial.
Estamos a cuatro puntos del repechaje, y con un partido ante el rival a batir por jugarse a 4.150 metros de altura. Estamos a cuatro meses de comenzar la tierra derecha. Cuatro meses para trabajar. Podemos estudiar para la prueba mucho tiempo antes y decir que lo dimos todo. No agarremos los cuadernos el domingo viendo Venga Conmigo y Zoom Deportivo.