10/09/2024
La Roja, un equipo Hetero Cis
“Llamado a la cordura: Pedro Pascal es un actor bacán, pero también es un hombre hetero-cis criado en un sistema brutalmente patriarcal, nutrido de privilegios del capital primermundista. Mientras más lo elevamos, más fea va a ser la caída”. La “funa preventiva” era para uno de los mejores actores del momento, quien solo por hacer su trabajo encendía alertas por el hecho de haber nacido hombre. Luego el tuit se replicó en Nicolás Jarry, Tomás Vodanovic, el ganador de Talento Chileno y algún participante de Gran Hermano 1. Eran muy buenos para ser hombres. En ese lote también entró Ben Brereton. El gr**go, felizmente casado, y con un bebé.
Justamente Ben Brereton, sin ser factor en los márgenes del campo de juego del estadio Nacional, terminó siendo uno de los protagonistas del Chile-Boilivia. El delantero de la Premier League de Inglaterra fue cambiado en el primer tiempo por una de las alternativas del escolta del fútbol chileno: Vicente Pizarro. Fue el rostro de la debacle.
A Ben lo incluyeron en el “meme” de los “hetero cis” por ser el foco más iluminado en una de las peores crisis del fútbol chileno. Talento y carisma para suplir las salidas de la Generación Dorada. Era demasiado bueno para ser verdad, había que encender las alertas con alguna funa, aunque fuera preventiva.
Pero como Ben, semana a semana, todos, sin excepción, los que jugaron este 2024 ante Bolivia en Santiago tuvieron su “nivel Maradona” en las redes sociales y en los sitios especializados de Chile. No importaba si era dentro de la cancha. Todo servía para elevarlos a sus máximos niveles. Ya sea por su corte de pelo, su novia, una jugada de 30 segundos, o su auto de colección.
“Crack, el auto vintage con que llegó Catalán a Talleres”, “Los 30 segundos de Suazo que paralizaron a Francia”, “La frase de Palacios que cautiva a Argentina”, “El gran liderazgo de Arias en Racing”, “El capitán sin jineta de River Plate”. Ni el auto en Córdoba, ni los 30 segundos de 100 minutos de juego en Toulouse, ni lo que dijo Carlitos, ni los gritos de Paulo. Nada de eso sirvió para sacar diferencias ante la selección más humilde sudamericana. Todos tuvieron errores graves ante un equipo que no debería meter miedo.
¿El mejor ejemplo? Un defensor que hizo dos goles en Rusia y se le calificó como sobresaliente por eso. ¿Era su misión? ¿Por eso había que analizarlo? Un tiro libre y un cabezazo en pelota detenida. Con poco temor a equivocarme, lo más probable es que ni Ricardo Gareca haya visto 360 minutos seguidos de Thomas Galdames en Rusia. Los periodistas mucho menos. El Toby Vega, Valdivia y Borghi, con suerte los goles. El compacto de ESPN y sería. Listo, “Galdames a la selección”.
Y como Galdames, también Pulgar, “el chileno que cautiva a Tite”. Y como Pulgar, el Edu Vargas, “el chileno que renace en Brasil”. Y así, Osorio, “la nueva Joya de Europa”, pero por el que no llegan ofertas concretas de ningún lado. O Dávila, “el crack de Europa que está cerca de volver a México”. Vaya avance en su carrera.
Sin afán de comparar, en Argentina pasan goles de “Argentinos por el mundo”. Algunos ni se saben de dónde salieron, y si lo hacen bien, pronto aparecen en la Selección. En Chile forzamos. Es al revés. Primero saber que son chilenos y luego ver si lo hacen bien. El que debutó correctamente o el que hizo un jugadón como el de Banfield ante River que ya a todos se les olvidó el nombre. Hay que googlearlo para recordarse que era Gerónimo Rivera, quIen nunca más sobresalió, y que en septiembre 2024 ya pasó un año desde el duelo ante los Millonarios por el que llenó medios chilenos. que lo pedían para la Roja.
Hay que tener cuidado con lo que endiosamos. Seguimos siendo un medio “hetero cis”. Algunos, aunque nos amen, no dudamos en hacer un gol ante un arquero con el tendón roto. Nos faltó una “funa preventiva”, aunque si fuéramos relativamente buenos, no la necesitaríamos.